Miauuuuuuuu!
El gato se despierta en medio de la noche. Obviamente, nunca es demasiado pronto para abrir los ojos y satisfacer las necesidades de Su…
(Ljubljana, 1989) estudia Francés y Literatura Comparada. Actualmente vive en París. Y se hace muchas preguntas, especialmente acerca de la diversidad. Y también sobre el por qué de la existencia de los cobardes. Amante del Arte Contemporáneo, el humor inglés y una buena taza de té, está muy interesada en descubrir diferentes opiniones y culturas a través de la conversación cercana, la lectura y el disfrute de la pintura. Le encanta vivir en la carretera, con una pequeña mochila al hombro y su cámara. Dispuesta a captar lo fugaz, una sensación momentánea. Como escribió Oscar Wilde, "El verdadero misterio del mundo está en lo visible, no en lo invisible".// Nika Jurov (Ljubljana, 1989). Student of French and Comparative Literature. Currently living in Paris. Have many questions. Like diversity. Funky people. Fond of contemporary art, british humor and a good cup of tea. Keen on discovering different opinions and cultures through close conversations, books, paintings. Love to be on the road with a small backpack and a camera. To be able to snare a fleeting, momentary feeling. Like wrote Oscar Wilde, "The true mystery of the world is the visible, not the invisible."
El gato se despierta en medio de la noche. Obviamente, nunca es demasiado pronto para abrir los ojos y satisfacer las necesidades de Su…
Hear hear the sea waves hear my thoughts silently silently whisper to my ear tell me a secret even if it’s not really a…
París, 8.30 AM. Un hombre con una maleta en la mano y yo nos miramos sobre el andén. El tercer RER A se detiene bruscamente delante de nosotros y un aluvión de gente nerviosa lucha por encontrar su camino hacia el borde de la plataforma. Un hombre con chaleco fluorescente da un paso y nos empuja hacia atrás. Parece un guardia de seguridad y nos impide entrar a ese tren.
“¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti,…
Whoosh! El sonido de la almohada golpeando directamente tu cara. La sensación no es tan placentera como uno imagina; si pensamos que es un impacto de suave algodón relleno de plumas, la realidad es que ¡¡duele!! Y bang!! Otro golpe en la espalda. Esto es lo que ocurre cuando te encuentras en el medio de una salvaje batalla de almohadas con decenas de personas, ¡¡y ni siquiera las conoces!!