Los límites de mi imaginación los marcan tus ingles. Y mi lengua.
Hay una capa entre el aire y mi piel que es de tu propiedad en exclusiva.
Con qué parte del cuerpo quieres que te acaricie los dedos.
No follamos, nos buscamos el eje de simetría.
Cuando agarro el cabecero con las manos no sé si estoy conduciendo la cama o tu boca.
Ven, que te dibujo un río con la lengua.
Yo no pierdo el tiempo, te lo escondo por la piel para ir a buscarlo más tarde.
Ponme las pecas en la boca.
Todas las cosas importantes aprendí a hacerlas con los dedos.
Este vacío de tres kilómetros hacia abajo en mi pecho cuando me tumbo en la cama representa todo lo que te echo de menos.
Yo quería llenarte de palabras y tú te enamoraste de mi silencio.
Ven, que mi lengua quiere contarle un secreto a la tuya.
*Las imágenes son del fotógrafo Man Ray.