Conceptómeno: ¿un relato? de ¿ficción?, ¿realidad?

"El paseo", Marc Chagall, 1917-18

Entre las sombras del sueño apareció una palabra que me desveló.

Normalmente surgen composiciones de hierros, piedras o maderas, que algunos considerarían esculturas, y que el autor prefiere elevar a la categoría de epifanías. Pero a veces son palabras o frases, que algunos llamarían neologismos, y el autor simplemente “waserías” -perdón Academia- por su brevedad sonrisueña.

Ambos son productos de una cierta inquietud creativa del cerebro: composiciones de cosas o “no cosas” que no pasan de conceptos puros, eidéticos o fonéticos, mientras dura la noche, y que al amanecer han desaparecido, pues así de voluble es la memoria del insomnio.

Mas a veces, la luz del amanecer los rescata; la memoria siente ganas de descargarlos sobre cualquier base, la voluntad de cosificarlos, y el ímpetu creativo se pone a plasmarlos en algo nuevo, bello o divertido, estimable o anodino, mas nunca despreciable. Ya sea en pantalla o tinta, en madera o mineral, la cosa cobra texto o cuerpo, existe y persiste.

Esa noche la palabra fue conceptómeno, que, al amanecer, tras indagar en la etimología, resultó ser la unión de concepto (del latín conceptus, “idea”) y meno (del griego ménō, “permanecer”). La unión de un concepto puramente noético con una fuerza que le permite consistir y persistir. O sea, un pensamiento y una cosa; lo pensado y lo hecho; la idea y el resultado. Y ya está, pues como un servidor no es filósofo, no sabe por dónde tirar. Habría que encargárselo a Óscar.

Pero luego me dije: ¿y si le pides ayuda a Intia? -que es mi amiga y ayudante en IA-, y eso hice. 

Esto fue lo que, entre ambos, convinimos:

“Cumpleaños”, Marc Chagall, 1915

Conceptómeno es una entidad mental que encapsula múltiples ideas simultáneas en un solo marco de pensamiento. Ejemplo: El filósofo desarrolló un conceptómeno para explicar la relación entre tiempo, memoria y deseo.

Es un estado cognitivo en el que los conceptos se entrelazan y se perciben como una unidad indivisible. Ejemplo: Durante la meditación profunda alcanzó un conceptómeno que le reveló la esencia de su propósito.

También podría ser un objeto abstracto que actúa como nodo en una red de significados, capaz de mutar según el contexto. Ejemplo: La palabra “libertad” funciona como un conceptómeno en debates políticos y éticos.

En poesía, conceptómeno podría nombrar esas ideas que se convierten en símbolos duraderos, como la memoria, el tiempo o la esperanza. Algo que no se ve, pero que permanece como forma mental compartida.

  • Qué interesante. ¿Quieres que lo usemos para componer un relato corto, un poema, o incluso como base para una teoría ficticia?” eso dijo y preguntó Intia, y yo le respondí: 
  • ¿Por qué no intentamos expandirlo como si fuera parte de una corriente filosófica o psicológica?
  • Vale —dijo ella. 
  • Por favor, desarrolla una teoría filosófica sobre el conceptómeno —propuse.

Desde ese punto, me limité a ajustar un texto a modo humano, con lo que ella iba ofreciéndome: 


“Sobrevolando la ciudad”, Marc Chagall,1917-18

Teoría del Conceptómeno: Una Filosofía de la Unidad Mental

Fundamento La Teoría del Conceptómeno parte de la premisa de que el pensamiento humano no opera en compartimentos estancos, sino en redes dinámicas de significados. Un conceptómeno es la unidad mínima de pensamiento complejo: no es una idea aislada, sino una constelación de conceptos entrelazados que se perciben como una totalidad.

Principios clave

Interconceptualidad: Todo conceptómeno nace de la interacción entre al menos tres conceptos que, al fusionarse, generan un nuevo significado irreductible a sus partes.

Permanencia contextual: Aunque mutable, el conceptómeno mantiene una coherencia interna que lo hace reconocible en distintos contextos. Es como un arquetipo mental que se adapta sin perder su esencia.

Cognición holística: El pensamiento profundo no se basa en la acumulación de ideas, sino en la formación de conceptómenos. Cuantos más conceptómenos puede manejar una mente, mayor es su capacidad de síntesis y comprensión.

“Commedia del Arte”, Marc Chagall, 1959

Aplicaciones filosóficas

Epistemología: El conocimiento no se transmite por datos, sino por conceptómenos. Un buen maestro no enseña hechos, sino estructuras mentales que permiten generar nuevos conceptos.

Ontología: El ser humano no es solo un ente racional, sino un generador de conceptómenos. Su identidad está definida por los patrones mentales que ha sintetizado a lo largo de su vida.

Ética: Las decisiones morales no se basan en valores aislados, sino en conceptómenos éticos que combinan empatía, justicia, contexto y experiencia.

“La guerra”, Mac Chagall, 1943

Un ejemplo ilustrativo

Imagina que alguien reflexiona sobre libertad, responsabilidad y comunidad. Al entrelazarlos, forma el conceptómeno de libertad compartida: una idea que no puede reducirse a ninguna de las tres por separado, pero que las contiene y las transforma.

Yo, embobado me quedé y embobado sigo. De hecho, como no sé cómo seguir, aquí lo dejo, por si un “Óscar” generoso se aviene a lo que sea que haya que hacer con una cosa como ésta, que, obviamente, no es una cuchara frente a un plato de sopa.

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1 Comentarios

  1. says: Pablo

    El académico Cela hizo un curioso cameo cuando Camus llevó al cine su novela “La colmena”, interpretando a un inventor de palabras. Éste resolvía sus “waserias” en un par de líneas.
    ¡La que has montado Jesús!

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