El Americano.
El joven cabo apuró de una calada la colilla del cigarro que sostenía entre los dedos de su mano izquierda, y con gesto aburrido…
(Valenzuela de Calatrava. 1952) Nací en un pueblo rodeado de volcanes, olivos y norias. Por eso, al igual que mis antepasados, hundo las raíces, en las lavas de los cerros de La Coscoja y La Cornudilla. A pesar de que los derroteros de la vida me empujaron hacia la Medicina, no puedo dejar de sentirme un labriego ilustrado. Un agricultor, obligado por las circunstancias, a ganarse la vida como médico. Comencé a escribir cuando mi profesión me enseñó que la realidad ofrece magníficos ejemplos sobre la estupidez y la maldad humanas. Y aunque no domino muy bien la gramática, me he empeñado en contarlos, desollándolos vivos, porque pienso como Bukowsky, que si no escribes con el corazón y con las tripas, es mejor no hacerlo. Algún vicio tengo: me gustan los toros, las óperas de Wagner, y la poesía de Cesar Vallejo. Y no me da vergüenza confesar que prefiero la peor de las novelas de Harry Crews, a la mejor película de Tarantino.
El joven cabo apuró de una calada la colilla del cigarro que sostenía entre los dedos de su mano izquierda, y con gesto aburrido…
“Si quieres ser famoso médico, lo primero linda mula, sortijón de esmeralda en el pulgar, guantes doblados, ropilla larga y en verano sombrerazo de…
El maestro Lothar Gottlieb entró parsimoniosamente en su camerino y se quitó la chaqueta del frac tras dejar su batuta color ámbar, de madera…
El maestro Lothar Gottlieb entró parsimoniosamente en su camerino y se quitó la chaqueta del frac tras dejar su batuta color ámbar de madera…
Para Loli y Paco Don Huberto se autocalificaba de medico antiguo y enemigo de la penicilina. Así rezaba el encabezamiento de sus recetas….