Inma Peinado
(Toledo, 1969) Aprendiz de todo y enamorada de las historias, pilas de libros por todas partes y más de 30 años dedicada a la comunicación dan fe de ello. Creo firmemente que todo el mundo sabe muchísimo de algo, sea el asunto que sea, y como buena golosa de conocimientos ajenos siempre tengo ojos y orejas preparados. Me reconozco ladrona de frases robadas al vuelo que no pienso devolver, creo que el mar es el mejor invento, que una copa de vino bien compartida inyecta oxígeno al cerebro y que, Séneca dixit, nunca soplan vientos favorables para quien no sabe dónde va, pero a veces es tan agradable dejarse mecer sin rumbo por la brisa… Aguzo el oído para darme cuenta de las cosas realmente importantes porque, como las caricias suaves, apenas hacen ruido.