‘Geografía personal. (Grado medio)’

Prólogo

(…) Así la recopilación de textos de Juan Benet, con esa denominación denominada ‘Cartografía personal’ que realizara Mauricio Jalón, verifica un recorrido diverso y misceláneo por territorios vitales e intelectuales, por sendas de autores y escrituras; es decir un recorrido por la misma vida del que escribe. De igual forma que la obra dispersa de Roberto Bolaño que se agrupa en ‘Entre paréntesis’, es vista retrospectivamente, por Ignacio Echeverría, como una ‘cartografía personal’. En suma, en ambos supuestos, Benet y Bolaño, pero también en Jalón y en Echeverría, una diversidad de textos y de asuntos que formulan los intereses, las preocupaciones y las derivas de muchas miradas y observaciones y que reciben por ello el nombre prestado de ‘Cartografía Personal’ como un asunto personal y privado.  Carácter parecido fijaba Camilo Hoyos, al hablar sobre el trabajo ¿memorialístico? de Rafael Argullol: “A mi juicio ‘Visión desde el fondo del mar’ es un viaje por las distintas caligrafías del yo”.

Todo un repertorio pues de visiones y de escrituras, desde lo cartográfico a lo caligráfico, y desde estos artificios a lo geográfico. Pero con un solo fin, en todas ellas: mirar hacia dentro y al fondo del que cuenta y escribe; para acabar hablando de lo que a uno le interesa y le preocupa. De igual forma que Fredric Jameson, al hablar de las reseñas bibliográficas de Walter Benjamin acumuladas en su  ‘Gesammelte Schriften’, las compara con una   ‘cartografía de auteur’. ‘Cartografía personal’, ‘cartografía de auteur’, ‘caligrafías del yo’ y ‘Geografía personal’, como formas finales de escritura y como muestras seminales de pensamiento.  También como formas de memoria, como reflejara el lejano texto de Félix Romeo ‘Cartografía de la memoria’, para referirse al congreso celebrado en Córdoba en 2001 a propósito de la ‘Autobiografía en España: un balance’. 

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(…) No planos y cartas geográficas, sino esa cartografía diferente que permite hacernos una idea de los altibajos de la personalidad del que formula la escritura. O lo que Valeria de los Ríos dice a propósito de Roberto Bolaño: “El  mapa no es el territorio. Sin embargo, es innegable el fuerte impulso mimético que el mapa tiene. La explícita relación entre ficción y realidad en la obra de Bolaño responde a este ímpetu mimético. El mapa es al territorio lo que la ficción a la realidad”. Ficción de la escritura y realidad del que escribe; o al revés, realidad de lo escrito y ficción del que se oculta en la pantalla de las letras. Es decir, permitir rastrear los accidentes personales y culturales del autor observado, desde el reguero de lo escrito. Al igual que aquí acontece con este entreverado de capturas y reflexiones, de miniensayos y microcuentos, como una ‘antología de la observación’.  Una ‘antología de la observación’, que permite la mirada simultánea del lector, que observa y expone al que escribe y anota; tanto como otra mirada complementaria que fijará  lo observado por ambos: lector y escritor.

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(…) El mismo Benet en su texto inicial del trabajo mencionado de 1982, lo abría con la aproximación temática y afortunada, denominada ‘Sobre la cartografía elemental’. Una diversidad de niveles de conocimiento que el autor de ‘Volverás a Región’ señalaba entre la cartografía Física y la Política. De tal suerte, decía, que “el mapa Físico mostraba lo que la naturaleza, antes de la llegada del hombre, le había otorgado”, y consecuentemente, “el mapa Político mostraba lo que hombre había hecho con el legado de la naturaleza”. Y esta diferencia, que marcaba la mano del hombre, entre un antes y un después, le servía para establecer un grado diferente de conocimientos que eran reflejados como una progresión del aprendizaje y como las trazas de su propia cronología del conocimiento. “Naturalmente el Atlas y el alumno debían seguir el orden cronológico: primero, el panorama físico y en segundo lugar el político”. Aunque, más tarde, esa cronología del aprendizaje fuera alterada por la mente del pupilo. Toda vez que unos datos –los políticos- eran “contingentes y reales”, mientras que otros datos –los físicos- eran “meras palabras cuya correspondencia con el accidente tardará en verificar”. Una cartografía, pues, recorrida por la cronología estricta de la propia biografía. Una cartografía que deja dudas sobre su estatismo fundacional; como si ya y ahora, el Espacio propio de toda cartografía física quedase alterado por el compás del Tiempo y por sus atributos cronológicos.

Aquí la cronología que va de lo elemental a lo superior, no tiene que ver con esa secuencia descrita por Benet de un proceso creciente de conocimiento, sino con contingencias menores; más propias del tiempo propio de la escritura que del tiempo natural del aprendizaje previo. Un tiempo que se aplaza y progresa, por ello, de forma diversa al tiempo del aprendizaje, al tiempo que transcurre de lo “contingente a las meras palabras”. Con la sola salvedad, por tanto, de que la justificación de esta segunda entrega del ‘Grado Medio’, no sea tal sino sólo un aplazamiento de lo mismo visto antes como ‘Grado elemental’.

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Principios

 

No existe inocencia absoluta; de la misma manera que no existe culpabilidad absoluta.

Fidelidad perruna, lealtad humana.

No hay invención sin imaginación. Tampoco imaginación que no invente.

También con Boris Vian: “Todo es verdad, porque me he inventado todo”.

Aunque Ives Klein prefiera otra relación: “¡La imaginación es el vehículo de la sensibilidad!”.

Divertir con inteligencia. Enseñar con amenidad.

Joan Perucho nos advierte de tres hechos esenciales en la hominización: La conquista del fuego, el hallazgo de la herramienta y la aparición del lenguaje. Levi-Strauss, propone otros tres elementos cruciales en ese proceso: el lenguaje, el pensamiento simbólico y el sentido de la muerte.

Creo que aún, en el progreso de la hominización, se pueden replantear en otras tres conquistas: La transformación del sexo en afecto; la meditación sobre la muerte y la conquista de la escritura.

Félix Grande, es aún más sintético y breve: “La cultura tuvo su nacimiento en el remoto instante en que los primates superiores comenzaron a enterrar a sus muertos para honrar a la vez a su linaje y su autoestima”. La cultura, pues, como muerte sentida.

Mantiene Manuel de Lope que “de las tres potencias del alma la voluntad es acción, el entendimiento es energía, la memoria es masa muscular”. De lo que quedaría el alma como acción, como energía y como músculo. Aunque también, el cuerpo puede contar con esos atributos de músculo, energía y acción que se superponen a la voluntad, al entendimiento y a la memoria.

También Quignard y sus potencias. “Todos nuestros sentidos son nuestros placeres. Todas nuestras necesidades son nuestras ceremonias. Todas nuestras funciones son nuestras alegrías”. Placeres, ceremonias y alegrías para llenar la vida. O para vaciarla

Otras potencias. Memoria para aprender; inteligencia para comprender que conviene olvidar y voluntad para conseguirlo.

En ‘La condición humana’, Hannah Arendt analiza los distintos tipos de actividades que realizan los seres humanos, y distingue tres grandes categorías: la ‘labor’, el ‘trabajo’ y la ‘acción’.

La ‘labor’ se refiere a aquellas cosas que hacemos para la reproducción biológica y el mantenimiento de la vida. Sus productos están destinados al consumo y desaparecen rápidamente, sin dejar rastro.

El ‘trabajo’, consiste en la fabricación de objetos durables destinados al uso. Incluye dentro de este tipo de actividad al arte; una pintura o una sinfonía, que nace del pensamiento pero que necesitan del auxilio de las manos. Y que, en última instancia, no dejan de ser objetos. Con el trabajo creamos ‘mundo’, pero no ejercemos la libertad.

La ‘acción’ es la capacidad del hombre para  iniciar algo nuevo, pero no una mercancía o un objeto, que se crean con un fin determinado, sino algo que se inicia sin saber en qué terminará. Se produce, por ello, siempre en el marco de relación entre personas, insertándose en una trama de relaciones preexistentes.

A diferencia del ‘trabajo’,  la ‘acción’ es impredecible: se sabe dónde empieza pero no dónde termina. La ‘acción ‘suspende una línea causal y da inicio a algo nuevo, creando una nueva línea histórica. Los hombres son los únicos sujetos que pueden, con sus ‘acciones’, producir novedades en el mundo. Y la política es, para Arendt, una de las formas de la ‘acción’: el espacio en el que hombre ejerce su libertad.

Principio de Arquímedes literario. “Algunos escritores de éxito, sumergidos en la literatura experimentan un empuje hacia el vacío, similar al volumen de palabrería que desalojan”.

Principio de Ray (Nicholas). “Conozco miles de fórmulas para fracasar, pero ninguna para tener éxito”. Por eso abundan los primeros y escasean los segundos. También por eso, no hay ‘rebelde sin causa’.

Principio de Arquímedes social. Con Andrés Rábago: “La degradación moral produce un ascenso social igual al volumen de dinero que desaloja”.

Principio de Arquímedes laboral.  “La degradación moral produce un ascenso económico igual al volumen de empleo que desaloja”.

Principio de Reverdy poético. “La poesía goza, hoy día, de un favor extraño en el ámbito de las letras. Y ¿Cuántos habrá entre tanto literato, que sean auténticos poetas? Muy pocos, sin duda. Y mejor para ellos”.

Principio de Pron literario. “Toda la  libertad absoluta que los escritores pretenden para sí conduce a la parálisis y al enmudecimiento, del mismo modo en que lo hacen las restricciones y los condicionamientos”.

Segundo Principio cultural de Pron (Patricio). “Uno de los aspectos más interesantes de la cultura española contemporánea es su incapacidad de producir efectos cómicos cada vez que se lo propone, y su enorme capacidad para resultar graciosa cuando decide tomarse las cosas en serio”.

Principio de Arquímedes personal. Con Vicente Verdú: “Toda fantasía desmedida sobre la posibilidad de nuestras proporciones [y posibilidades personales], provoca una holgura igual al volumen de la pena por lo que no somos”.

Principio de Arquímedes político. Para Gregorio Morán. “Toda inteligencia mediocre, bien avalada, desarrolla un impulso hacia arriba directamente proporcional a su demostrada incompetencia”. Pero lo que importa ¿qué es?, ¿los avales o la incompetencia?

 

*’Geografía personal. (Grado medio)’ es el libro que acaba de publicar nuestro colaborador José Rivero y que ya puede encontrarse en las librerías.

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