Casa Lanaras en Anavissos, Nikos Valsamakis, 1963

El Diccionario de Arquitectura de Nikolaus Pevsner, John Fleming y Hugh Honour, en la entrada de la voz Griega, Arquitectura, se extiende en la fertilidad creativa del siglo V a.c. y en otras acotaciones de los Grandes Estilos tradicionales, que han nutrido buena parte de la mejor arquitectura occidental. Y el cierre cronológico de dicha entrada nos remite, primero al Helenismo, y luego a la influencia sostenida en la Arquitectura Romana.

No es que no haya referencias al siglo XX, es que tampoco las hay a otros periodos anteriores en los que algo pasaría en la península helénica en los aspectos constructivos. La misma naturaleza discontinua y heteróclita que el director Theo Angelopoulos nos muestra en su cine sobre la historia moderna de Grecia, ocupada luego liberada y vuelta a empezar; podemos advertir en la historia de la arquitectura. Ni siquiera la mención a que La carta de Atenas, realizada en 1933 por el Congreso de CIAM, congreso flotante con destino a Atenas, de lo mejor de la Arquitectura Moderna. Carta que con ese nombre daría marco a la Teoría del Urbanismo Moderno, o al urbanismo del Movimiento Moderno. Tampoco una referencia al arquitecto y urbanista Konstatino Doxiadis, titulado en 1935 y responsable del Plan urbanístico para Río de Janeiro de 1965. Autor que propondría como ciencia alternativa al Urbanismo la Ekística, originada desde la raíz de Oikos, y vista como ciencia de los asentamientos humanos.

 

De igual forma, no es casual que el mejor historiador de la Arquitectura contemporánea en Grecia y responsable de un memorable trabajo Historiografía de la arquitectura Moderna, Panayotis Tournikiotis, publicado en 1999, sea responsable de otro trabajo que conecta el pasado con el presente y denominado El Partenón y su impacto en los tiempos actuales (1996). Dando cuenta de cómo perviven en el tiempo, determinadas cuestiones centrales.

Nikos Valsamakis nació en Atenas en 1928, donde realiza estudios de arquitectura en la Universidad Nacional Técnica de su ciudad, finalizando en 1953 y organizando su trabajo en su propio estudio. La proyección de su carrera, pese al desconocimiento general, ha sido muy limitada. Pero, pese a ello, desempeña un papel de los más importantes, entre los arquitectos de Grecia y ha llegado a adquirir cierta relevancia exterior. De tal forma que en 1992 fue uno de los autores seleccionados en el Premio Mies van der Rohe.

 

 

Las características del trabajo de Nikos Valsamakis, se ubican en la más clara tradición moderna pese a las limitaciones que para ese tipo de opciones formales, presentaba su Grecia natal. Recorrida en gran medida por opciones historicistas, fruto del legado alemán del Clasicismo y de Romanticismo, y adormecida por los influjos orientales del tiempo de la gran ocupación otomana y de las tradiciones formales y decorativas de la Iglesia ortodoxa.

El gran tema de Nikos Valsamakis es la casa en situaciones geográficas privilegiadas. Como había hecho la tradición clásica con la elección de los emplazamientos de templos y teatros. Circunstancia que produce una notable reflexión sobre el valor de la naturaleza en la configuración del entorno de la obra misma. Esa definición de la casa en Nikos Valsamakis está recorrida por dos aspectos centrales: los aspectos formales y funcionales de la Casa moderna y los aspectos visuales y tectónicos de la Casa mediterránea. Todo ello, todo ese influjo dual, es visible en la nómina de casas construidasentre los años sesenta y setenta: desde la de Antiparos, a la de Ekali, pasando por la de Filothei o Porto Cheli. Aunque, quizás el mejor ejemplo de esa fusión lo concentre en la casa Lanaras, construida en 1963 que recoge ecos plurales de varias procedencias.

 

 

Si del primer legado citado, se aprecian influencias desde Le Corbusier (como la planta elevada de la casa Lanaras, recurriendo a los pilotis) a Richard Neutra en la disposición de las grandes cubiertas, terminando en el influjo del gran laboratorio de la California de los años cuarenta cincuenta, con Albert Frey o con Pierre Koening. Cubiertas y protecciones que enlazan el sol del Egeo con el de Palm Springs; cubiertas y planos de sombras que definen otra envolvente más virtual que física y que aquí tienen más una función de protección solar y de definición de espacios intermedios, todo ello al margen de su carácter compositivo.

Del segundo universo temático, el influjo local, se derivan las grandes superficies blancas, los paños de sombra, las texturas simplificadas y la captura del paisaje como dato añadido de la habitación. Aunque Nikos Valsamakis, resuelva sus casas sin el recurso central del patio como estructura organizativa (como ya hiciera Josep Lluís Sert en su casa de Cambridge de 1958) y opte por el mecanismo de segregación de áreas funcionales, en la estela de las casas bi-nucleares de Marcel Breuer, como la casa Starkey de 1955, ya vista en estas páginas.

En todo caso la perfecta conclusión de la casa Lanaras nos debe hacer ver la coincidencia de valores universales de la casa Moderna, con aspectos particulares de la tradición local.

 

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