La forma exacta del adiós
Nos habíamos prometido que aquel sería el último café, que no podía ser y que quizás algún día lo veríamos desde otra perspectiva. Me…
Arelys Y. Guerra Quiala (Cuba, 1982). Nací en Vereda Nueva, un pequeño pueblo de profundas raíces del que estoy especialmente orgullosa. De antepasados haitianos, españoles y africanos, todo mezclado. A mi madre le debo el gozo de la lectura, a mi padre el placer de la investigación. Gracias a ellos, al mar, a las horas pasadas al fresco oliendo a frutas recién nacidas, escribo. España es mi segunda casa, cubana de nacimiento y manchega de adopción. Siempre.
Nos habíamos prometido que aquel sería el último café, que no podía ser y que quizás algún día lo veríamos desde otra perspectiva. Me…
Octubre parecía agosto. No porque los grillos amenazaban con reventarse sonando del calor, sino porque seguíamos de vacaciones. Tampoco era algo que preocupase a…
Hacía calor. El sol abrasador de mediados de agosto le humedecía la camiseta por la espalda y debajo de los pechos. Abrió la puerta…
Llovía a mares y era julio. Lo sé porque en Pueblo Nuevo las estaciones se suceden así; seis meses de sequía extrema y seis…
Maricela se despertó aquella mañana con la sensación de que por fin había pasado todo. Lo había conseguido. Ya podía despedirse de aquel apartamento…