1- Joan Miquel Oliver: “Flors de Cactus”.
Esta preciosidad es el avance de lo nuevo del mejor compositor de la historia del pop en catalán: Joan Miquel Oliver. ”…el teus ulls, els teus cabells, estels anònims s’identificaven i jo esperava trist i tot solet”. T’estimo.
2- Sufjan Steven: “Fourth of July”.
El nuevo disco de Sufjan Steven es una hiriente colección de intimidades susurradas y confesiones autobiográficas. Ya podemos llorar a gusto.
3- Jacco Gardner : “Find Yourself”.
Jacco Gardner y su pop psicodélico y fantasmal. Artista loco y extraño.
4- The Tallest Man on Earth: “Sagres”.
Otro avance que nos deja con ganas de más. Vuelven sonando algo más en la onda de War on Drugs y Springsteen.
5- Natalie Prass: “My Baby Don’t Understand Me”.
Esta chica nos ayudará a comprender qué estamos haciendo mal.
6- Houndmouth : ”Sedona”.
Otra banda americana que cabalga por el cada vez más concurrido sonido yankee contemporáneo.
7- The Ghoul Goes West Dancing : “Dancing Dead West”.
En la diana. Tema pop redondo, que por momentos nos lleva a Jonathan Richman, a Clap Your Hands Say Yeah y a los mismísimos Hefner.
8- Karl Kling: “Careful”.
Synth-pop de lo más retro, cariño y nostalgia de la niñez.
9- All we are: “Keep Me Alive”.
Este es el debut de este trío de Liverpool, que tras un inicio minimalista muy en la línea de The XX, alcanza un momento final de grandeza inesperado.
10- Tame Impala: “Let It Happen”.
Tremenda sesión de hipnosis colectiva nos aguardará en los próximos conciertos de Tame Impala.
10+1 (Bonus track: Todavía resuena en mi cabeza)
Dire Straits: “Dire Straits” / “Communiqué” (Full albums)
Pues nos ha salido un mes triste. Das vueltas por toda la casa, encuentras unas cintas que hace tiempo no escuchabas, unas fotos, unos recuerdos que parten tu alma… no sé si podré encontrar las palabras exactas. En 1978 Dire Straits publicaron su debut homónimo cuando éramos unos niños. Le siguió “Communiqué” en el 79…y después vinieron sus discos de los ochenta, con sus excesos, el gigantismo y los errores…y llegamos a odiarlos. Pero cuando vuelves a escuchar sus sencillos y fantásticos dos primeros discos y te acuerdas del inocente niño con la camiseta del Mundial del 78 que eras, no te culpas de nada de lo que pasó y te convences de que la música volverá a salvarte de tu desorden emocional.
Cuánto me alegro de que difundas a Houndmouth. Su primer disco no se prodigó en España y es una pena, porque es estupendo. Y este segundo tampoco se queda corto. ‘Sedona’, sin duda, es la gran canción del álbum.