Busco inútilmente una foto de Marilyn con Billie, creía haberla visto hace muchos años o tal vez sólo leí en la biografía de Kazan que Marilyn iba algunas noches a escucharla cuando necesitaba consolarse de algo o protegerse de sus propios fantasmas quizá tan parecidos a los de Billie. Dos mujeres cuya luz brotaba de la amenaza constante de la oscuridad.
![Marilyn Monroe, fotografiada por Dennis Stock.](https://hyperbole.es/wp-content/uploads/2015/04/marilyn-monroe-watching-film.jpg)
La voz de Billie, como una caricia alentadora, aunque sus letras hablen de infiernos de injusticia y desamor, la extraña alegría vital que sigue brotando en cualquier radio del mundo desde entonces, como un bálsamo para los corazones heridos o como un impulso para los sueños de los chicas que quieren escaparse a ciudades lejanas para ser muy felices con amores imposibles que las harán llorar.
Billie cantando en cualquier club perdido entre neones rosas, dando sentido a las copas de los hombres solos que no ocupan su lugar en el mundo y miran con los ojos perdidos. La música de los que no ganarán nunca pero no quieren morirse todavía, animados por esa voz que construye un refugio azul y hace brotar la esperanza.
La tragedia que late siempre al fondo y subraya la intensidad de la vida al convertirla en música o palabras que quizá no son suficientes, pero quizá sí, al menos todavía…