El caso de Rudolf Michael Schindler, expresa a la perfección los altos valores del mestizaje cultural, frente al principio de cierto idealismo fundamentalista y funcionalista. El mismo Schindler lo expresa en su texto de 1934 ‘El Espacio en la Arquitectura’, cuando fija que “La obra que generalmente se llama moderna, es en lo principal una mezcla arquitectónica de varios movimientos de arte en Europa, como el futurismo, el cubismo, etc.“. Y, ese mestizaje fértil, expresa a la perfección el crisol originario que llegó a ser ‘la Viena fin de siglo’, en palabras del trabajo de Carl E. Schorske. Viena, lugar central donde alternan diversas corrientes y momentos emblemáticos de la política y de la cultura con nombres señeros: Schnitzler y Hofmannstahl, Kokoshka y Schoenberg, Klimt, Freud y el psicoanálisis, la construcción de la Ringstrasse y el nacimiento del moderno urbanismo.
Más tarde, el contexto socio-político propició la aparición de la Sezession. Movimiento protagonizado por arquitectos y pintores como Otto Wagner, Joseph Maria Olbrich, Joseph Hoffman y Gustav Klimt. Movimiento que operando dentro del Jugendstil, recibió el espaldarazo del Estado, según Schorske; un apoyo derivado de la compleja composición multiétnica del imperio austro-húngaro, enfrentado a un creciente conflicto de rivalidades lingüísticas e identitarias. Por lo que el Estado Imperial, vería con buenos ojos a la Sezession, cuyo cosmopolitismo ambicionaba una síntesis cultural frente a las divisiones citadas. Entre los artistas y escritores de la nueva hornada que seguiría al Wiener Werkstätte y a la Sezession, se encontraban escritores como Schnitzler y Hofmannstahl, pintores como Klimt y Kokoshka, músicos como Arnold Schoenberg y arquitectos como Adolf Loos.
Nacido en Viena en 1887, en pleno declive del Imperio Austrohúngaro y en plena expansión del Jugendstil y de su variante la Sezession. Esos principios estilísticos de cierto ‘fin de siglo’ centraran su formación en la Imperial and Royal High School desde 1899 hasta 1906. Posteriormente, se inscribió en la Wagnersschule de la Universidad Politécnica de Viena, graduándose en arquitectura en 1911. Constatando que su principal influencia sería el profesor Carl König, a pesar de la presencia de otros grandes maestros en las aulas, como Otto Wagner y Adolf Loos, y sobre todo, y desde 1911, el influjo que le condicionaría sería la obra de Frank Lloyd Wright. Por ello y desde la afirmación de David Gebhard de que “Durante los primeros años del siglo las tres ciudades claves de la vanguardia arquitectónica eran Glasgow, Viena y Chicago. El grupo de Glasgow, especialmente Charles Renmie Mackintosh, produjo la chispa que provocó en Viena el importante capítulo del Movimiento de la Secesión. Viena, a su vez, cumplió un papel similar respeto a Chicago y la evolución de la ‘Praire School’. Y en reciprocidad, la famosa carpeta de trabajos de Wasmuth, de Frank Lloyd Wright, de 1919 y 1911, colocó al Movimiento Moderno en su dirección definitiva“. Por lo que resulta creíble que el mismo Schindler reconozca la importancia de Wagner, Loos y Wright, como maestros tutelares. Aunque luego, según Esther McCoy, se otra la valoración que hiciera. “Cuando Schindler nombró los tres fundadores de la arquitectura moderna, fueron Wagner, Mackintosh y Sullivan“.
De esos años de preguerra, 1912 y 1913, data su conocimiento de Richard Neutra. Quien acabaría componiendo con Schindler una suerte de Cástor y Pólux, al tener una trayectoria paralela; ambos llegarían a Los Ángeles a través de Chicago, ambos serían reconocidos como los primeros modernos que crearon un nuevo estilo adaptado al clima de California, y en ocasiones ambos trabajaron para los mismos clientes. Incluso en 1925, junto a Carol Arnovici organizan el Grupo Arquitectónico para la Industria y el Comercio (AGIC), que duraría hasta 1930 y con el que concurrieron al concurso de 1926 del Palacio para la Sociedad de Naciones.
En 1914 se trasladaría a Chicago para trabajar en la firma Ottenheimer, Stern, and Reichert (OSR); cuando se dispone a regresar a Viena, acabada la Gran Guerra en 1918, con la idea de integrarse en el estudio de Loos, opta por permanecer en Estados Unidos, donde comienza cuatro años de trabajo con Lloyd Wright en el estudio de Oak Park y en Taliesin. Wright aprecia en Schindler, tanto su enorme talento para el dibujo, como sus conocimientos técnicos de ingeniería. Y esa vertiente del dibujo soberbio, es uno de los aspectos más llamativos de la personalidad de Schindler. Calidad de los dibujos que supera a la propia tradición vienesa, como puede apreciarse en la diversidad de registros que se ubican en la tradición del Jugendstil, bebe en los orientalismos visibles en cierta tradición de Mitteleuropa y llega a las intuiciones del arte Japonés desplegadas, tempranamente, por Frank Lloyd Wright.
Estableciéndose, ya independientemente, en 1921 en Los Ángeles. Donde decide instalarse y construir su propia casa entre 1921 y 1922. Dando salida a un trabajo orientado, fundamentalmente y de forma muy sistemática, a la construcción de viviendas unifamiliares, que definirán toda la senda de las muy celebradas ‘Study house’ de los años cuarenta y cincuenta de los Estados Unidos. Que componen junto al esplendor de las películas en tecnicolor, la mejor representación del ‘American way of life’. Si los austriacos y otros centroeuropeos, estuvieron involucrados en el desarrollo y universalización de la industria del cine mudo; otros austriacos, como Schindler y como Neutra, se involucraron en la configuración residencial de ese “mundo exótico y casi irreal” que participaba tanto del naciente cinematógrafo, como de los paisajes sorprendentes del Sur de California, y que acabarían conformando el ‘American dream‘ del mundo doméstico una vez resuelta o aparcada la Guerra Fría y el macartismo.
Una plasmación tipológica, por tanto, de ‘la Casa del Sueño Americano’, pese a que sus inicios formales coincidieran con la Gran Depresión, forzando a una búsqueda de soluciones estandarizadas de bajo impacto económico, como fuera el caso de Schindler y de la Casa Schindler-Chase. En esa ideación, señalada por Hans Hollein, se amalgaman la inventiva estructural y constructiva, la experimentación con nuevos materiales (Schindler fue de los primeros arquitectos en utilizar el plástico y patentó el conocido entramado Schindler frame) y sobre todo la “obsesión fanática por el espacio“. Una obsesión fanática por la espacialidad, que deriva tanto del universo de Adolf Loos, y de su concepto ‘Raum-plan’, como de otras influencias visibles, como fuera la de los neoplasticistas holandeses de ‘Der Stijl’. Espacialidad pronunciada y que lleva a Schindler a contraponer enfáticamente, al ‘arquitecto espacial’ frente al ‘arquitecto convencional’.
Por ello, de la casa Schindler-Chase, así llamada por estar destinada a dos familias: los Chase y los mismos Schindler, “reunió una serie de experiencias californianas, desde las tecnologías de las planchas de hormigón armado ligero, hasta la experiencia visual de la arquitectura tradicional de adobe y la tradición española de California, del patio interior y de la vida interior/exterior“. Incluso se ha señalado su carácter innovador y que “serviría de modelo experimental para lo que hoy es aceptado comúnmente como casa-con patio de California“. La casa no es únicamente un modelo de arquitectura, sino que también fue concebida como un hogar capaz de acoger un modelo de vida comunal a pequeña escala. En efecto, en la Schindler-Chase House, el matrimonio compartió residencia, en un primer momento, con Clyde Chace y su esposa y, más tarde, con el matrimonio Richard y Dione Neutra. La posibilidad de convertir la casa en un espacio compartido estaba directamente relacionada con el compromiso político de Pauline Gibling, esposa de Schindler, con los idearios comunista (ya que participó en la fundación del Partido Comunista Americano de Chicago en 1919) y, de resultas de esa coyuntura inicial, la casa se adaptó fácilmente a una partición equitativa cuando el matrimonio se separó en 1922.
Ambos murieron en esa casa insignia de Kings Road, en 1953 Schindler y en 1977 Gibling, cerrando el bucle de cierto liberalismo en las formas culturales y en las modas sociales, de una sociedad puritana y rigorista, como fuera la sociedad americana de los años cuarenta y cincuenta. Ambos, Schindler y Gibling, marcaron el trayecto de las ideas que Europa fue aportando a los Estados Unidos en campos diversos: desde el Cine a la Sociología, desde la Pintura a la Arquitectura.