Tierra de nadie

Fotografía de Marcos Cebrián.

La angustia de los escarabajos peloteros al caer el sol de la tarde

 

Un asunto precipitado:

risas, nuestras voces diseminándose

sin control alguno de nuestra mente.

Ya no sé dónde terminan el día y la ciudad

si caminando tres baldosas, una farola,

diez transeúntes parecen intemperie.

 

Yerra, botella llena,

pensamiento claro.

 

Me hago ilusiones con las cosas más nimias

y la prudencia y la derrota se alían

para custodiarme de mi propia destrucción.

 

Escribo, camino, qué más da,

los dos cauces son lo mismo

en lo que de verdad importa:

sentir y dejarse llevar.

 

Y solo un detalle me mantiene en estado sólido,

que es misterio, escarabajo disecado,

estancia que no se puede franquear.

 

 

Sociedad insectívora

 

Otra vez ha vuelto a pasar:

han puesto precio a la cabeza de un hombre.

Una carta a mano alzada,

la vida, perfectamente mecanografiada,

han puesto precio al aire que respira

y ha decidido, como decide una mosca volar,

pagarse a sí mismo la deuda.

 

Otro hombre vendido, más carne al lecho.

La tierra acoge la venta con avaricia de casero.

Hoy tomarán una fortaleza sin defensores

y será fácil tocar sus cosas y respirar su aire:

Ha sido entregado en prenda de acomodo.

 

El suelo marca la sombra de su vuelo,

asfalto reconstruido ceniza a ceniza,

un albatros que no volverá.

Está anclado en los ejes del mundo mismo.

 

 

La luz es la caverna o la cueva platónica vuelta de piel inversa

 

El amor es una estría olvidada

que incluso disipada en contra de la apariencia

penetra la carne y la agrieta

como una bomba de fragmentación desgarra

miles de miembros de sus cuerpos candentes.

 

La amistad es la palabra que cura

cuando todas las asperezas nos han arrancado

las vísceras

y ya no nos quedan uñas con las que combatir la vida.

 

La luz es un bálsamo que quema e inunda

y que da vida y muerte en iguales proporciones.

 

Por eso los platónicos miran al sol,

para quedarse ciegos al volver a la caverna,

y los cautivos inventamos bombillas

para hacernos tímidos compañeros de la indulgencia.

 

 

*‘Tierra de nadie’ fue presentado el pasado 15 de marzo en la FNAC de Zaragoza y quien esté interesado en adquirir un ejemplar puede hacerlo en librerías.

La imagen que acompaña los poemas es de Marcos Cebrián.

Etiquetado en
,
Para seguir disfrutando de David Lorenzo Cardiel
Susan Fenimore: los diarios de una naturalista impertérrita
«A menos de dos kilómetros del pueblo corre un riachuelo cuyas aguas...
Leer más
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *