Detrás de los omnipresentes hits que constituyen la única experiencia musical para la gran mayoría, hay un enorme mundo de singles que en otros tiempos hubieran permanecido acotados dentro de las emisoras y revistas de música independiente, y que a día de hoy llegan mucho más lejos gracias a las plataformas digitales, aunque su público siga siendo notablemente más reducido que el de los nombres que pasean por los grandes medios. Y detrás de ese conglomerado de singles indies hay otro mundo, aún más vasto, en el que aguardan maravillosas canciones solo al alcance de quienes exploramos los discos a fondo, de quienes disfrutamos el tránsito por las carreteras secundarias, de quienes sabemos que a veces lo más genuino y verdadero de un artista aguarda en los intersticios. Algunas de esas canciones que, en principio, están ahí para acompañar, dar cohesión y completar álbumes, acaban erigiéndose en fundamentales. Otras veces, esperan y se crecen de repente al revisar un disco, le dan un nuevo significado, otro color.
Realizar una selección de esta clase de canciones es, lógicamente, muy personal, pero en las 200 que he reunido para esta lista espero que esté no solo la puerta para acceder a ellas, sino la invitación para sumergirse en busca de muchos más de estos tesoros escondidos.