Tengo una mala costumbre desde hace muchos años, leer la prensa todas las mañanas. Digo que es una mala costumbre, porque cada vez me lleva más tiempo y, aunque parezca lo contrario, me siento más desinformado que nunca.
Antes, no hace mucho tiempo, cuando la “pandemia” de internet no nos había llegado y el papel era el soporte preferido (lo siento, para mí aún lo es), tenía algo más de criterio del que pueda tener en estos convulsos momentos en los que no sé cuál es el periódico, página web, blog… adecuado, para mantenerme informado y al día de todo lo que está ocurriendo a mi alrededor.
Ojeaba con detenimiento los principales diarios de nuestro país e incluso algunos de carácter local y regional, para después ordenar los datos en mi cabeza y poder construir una opinión, más o menos fundada, de todo lo asimilado. Hoy es imposible.
Se cuentan por cientos los diarios digitales y otros espacios de información, en los que podemos encontrar noticias y eso es bueno. Noticias que podemos contrastar en diversos medios y de distinta ideología, lo cual bien mirado, puede enriquecer nuestros puntos de vista. Sin embargo, desde mi humilde opinión de profesor de Matemáticas, cada día sabemos menos, cada día estamos más desinformados y, cada día, empiezo a dudar de la información que me llega, de los datos a los que tengo acceso y de las personas que los tratan y, en muchos casos, los manipulan, preparan y cocinan, cual restaurante tres estrellas Michelín, para que lleguen en perfecto estado a nuestra mesa y podamos digerirlos sin esfuerzo.
Hoy es un día más, uno de esos en los que trato de informarme como cada mañana, uno de esos en los que leo, los datos sobre la pandemia se siguen publicado mal, se siguen publicando tarde y son muchas veces inconsistentes. Lo mejor de esta situación son las razones que nos han llevado hasta ella: datos que proceden de diversas fuentes, diferentes formas de notificar, falta de tiempo para procesar o notificar los datos, cambios de criterio, falta de datos relevantes…
Hablando de datos oficiales, empecemos por los del centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (datos consolidados a las 14:00 horas del 04.08.2020).
Tabla sencilla y de fácil entendimiento para toda la población. Tabla incompleta debido a la falta de algunos datos, véanse los referentes al “incremento diario” y “nuevos diarios” de Suecia, Suiza y España que no han tenido tiempo para notificarlos.
Seguimos con algunos ejemplos dignos de Educación Primaria, no más allá del sexto curso. Ejemplos de lo que antaño se llamaba regla de tres simple directa y que ahora, se llama igual (pido perdón a todos los que sean más formales que yo y la quieran incluir en temas de proporcionalidad). Voy a tratar de explicarme un poco mejor:
¡Casi! Ha faltado muy poco para que los cálculos facilitados por el Ministerio cuadren. ¿Es difícil hacer una regla de tres? Seguro que no, lo difícil es saber las cantidades que debemos tomar y de dónde tomarlas.
Buceando por la España de las Autonomías, llegamos a 322.766 casos confirmados y 34.895 fallecidos, lo cual nos da una letalidad del 10.81 %, 1.4 % más de lo que se nos dice desde el Gobierno Central.
Si echamos la vista atrás, el Ministerio de Sanidad (4 de junio de 2020) publica una cifra de 27.133 fallecidos, la OMS 27.940, la AESPROF (Asociación Española de Profesionales de los Servicios Funerarios) 43.985 y así, podríamos elaborar una lista interminable con números de los que no sabemos su certeza real.
Se puede seguir, hasta la saciedad, buscando números que confirmen o desmientan lo que a cada uno le interesa transmitir, incluso podemos sacar conclusiones de las que luego se dirá que están sacadas fuera de contexto y que “donde dije digo, digo Diego”.
Como se puede ver en la tabla anterior, Ceuta y Melilla tienen un 0% de Casos-Muertos-UCI. Un tanto extraño ¿no? Tan extraño como que en Baleares el porcentaje de pacientes ingresados en UCI (171) sea del 1%, mismo porcentaje que en Cantabria con menos de la mitad de los ingresos (83). ¿Echan de menos, por ejemplo, algún decimal? Bueno, como decía en el título de estas líneas, en España todo es relativo y como dirían los más positivos, “tampoco es para tanto”.
No quiero resultar pesado o tal vez pedante, no quiero tratar a todos los posibles lectores como estudiantes de los primeros cursos de Educación Secundaria, pero me gustaría acabar esta lista de “accidentes” (¿provocados o fortuitos?) estadísticos, con una de las mejores comparativas que he visto en los últimos años…
Ante este despropósito solo me cabe suscribir a mi colega Julio Mulero ¿Me estás queriendo decir que la caída del PIB en España es menor que en Francia e Italia? ¿En serio? Con la escala no se juega… no, no, no… ¡Habeas corpus!
Como se puede ver, las mejores medidas para salir de la crisis en la que nos hayamos inmersos son dos:
Primera. Mientras la inversión de la UE en I+D crecía un 22% entre 2009 y 2017, en España cayó un 5,8%.
Segunda. Eliminación de las matemáticas como materia obligatoria para los estudiantes de cualquier nivel educativo.
A modo de despedida, recordar al Sargento O´Neil (Jonh C. McGinley) en la película Platoon (Oliver Stone, 1986) …
Las excusas como el culo todos tenemos uno
Fuentes de datos sobre covid:
Mapa del Coronavirus Global de la Universidad Johns Jopkins.
Panel de Worldometers sobre coronavirus
Datasets de incidencia de la COVID-19 en España de Datadista
Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (Mo Mo) ISCIII
Red nacional de vigilancia epidemiologica RENAVE
Microsiervos: Los datos relacionados con la pandemia de la Covid-19 son un caos. Pero no sólo en España, en todas partes del mundo
https://elpais.com/ideas/2020-10-17/que-nos-vigilen-no-hay-nadie-al-volante.html?event=fa&o=cerrado