Eliot Noyes, casa Noyes, New Canaam, 1955

Eliot Fette Noyes (12 de agosto de 1910 – 18 de julio de 1977), nació en Boston, Massachusetts. Trasladada la familia, a Colorado Springs, donde residieron hasta cumplir Eliot los siete años. Posteriormente, en 1917, se mudaron a Cambridge, Massachusetts. El padre de Noyes enseñó literatura inglesa y escritura en el Radcliffe College y la Universidad de Harvard y su madre era una pianista consumada.  Cuando era joven, pensó seriamente en convertirse en pintor, sin embargo, a los 19 años ya tenía la idea de la arquitectura en su cabeza. Eliot asistió a la Academia Phillips en Andover y, después de graduarse, realizó un viaje por Europa. La arquitectura se convirtió en un tema central del viaje y se sintió asombrado por las catedrales europeas. Trabajó en Harvard Lampoon, donde utilizó sus habilidades como ilustrador de la revista. Mejoró sus habilidades, más tarde en la escuela de arte de Ogunquit, Maine, en 1929, justo cuando la Gran Depresión golpeó los Estados Unidos. A pesar de los modestos medios económicos de la familia, Noyes se inscribió en la Ècole Americaine des Beaux-Arts en las afueras de París en 1931. Después de otros viajes, regresó a casa y optó por iniciar estudios de arquitectura.

Se matriculó por primera vez en la Universidad de Harvard en 1932 para obtener una licenciatura en Clásicos. La experiencia de Noyes en Harvard fue diferente a la de los otros cuatro miembros de los Harvard Five (Marcel Breuer, Philip Johnson, Landis Gores y John Johansen, que, junto con Eliot, construyeron cerca de 100 casas en la ciudad de Nueva Inglaterra, transformando el antiguo núcleo rural en centro de arquitectura moderna). Cuando llegó a Harvard, la escuela todavía estaba bajo la influencia del movimiento historicista del Beaux-Arts, lejos de la influencia más moderna que recibieron los otros cuatro miembros del Harvard Five. Sin embargo, después de conocer al profesor invitado del semestre, Le Corbusier en la biblioteca de la escuela, su perspectiva cambió por completo. Se inspiró en el trabajo de Le Corbusier e investigó en la Bauhaus de la que procedía Breuer. Noyes estuvo a punto de inscribirse en la Bauhaus, pero la violencia desatada por los nazis en la Escuela de Dessau y la agitación política en Alemania lo disuadieron. Afortunadamente, en 1937, la Bauhaus llegó a Harvard cuando Gropius fue nombrado director de la Graduate School of design de Harvard. Gropius tenía conexiones importantes con las personas más innovadoras del mundo, incluido el arquitecto Marcel Breuer. Noyes se convirtió en miembro de la primera clase de Gropius en Estados Unidos, de tal suerte que puede decirse que Gropius cambió la vida de Noyes.

Eliot Noyes

En 1938 recibió el título de arquitecto en la Graduate School of design de Harvard. Aquí, Noyes contactó con otros estudiantes brillantes como Philip Johnson y John Johansen, ya citados antes. A fines de la década de 1930 trabajó como arquitecto, en la firma de Walter Gropius y Marcel Breuer en Cambridge, Massachusetts. Pero no sería hasta la década siguiente como primer director del Departamento de Diseño Industrial en el MoMA, donde maduraría su creatividad. En 1940, el fundador del Museo de Arte Moderno (MoMA), Alfred H. Barr, y el arquitecto Wallace K. Harrison, buscaban un director de diseño industrial “intrépido”, para un nuevo departamento del museo y le pidieron a Gropius su recomendación. Según Bruce en su libro sobre Eliot Noyes, la respuesta de Gropius fue recomendar a Eliot Noyes. Allí, Noyes actuó como comisario de exposiciones sobre diseño, además de completar una gran variedad de trabajos de promoción de la Arquitectura. En el MoMA, como máxima autoridad en diseño moderno, Eliot construyó el banco de pruebas ideal para presentar nuevas soluciones de diseño al público, tal y como se habían fraguado en Bauhaus en la década de los veinte.  Parte de ello se visualizaría en el concurso “Diseño orgánico en muebles para el hogar”, en 1941, que buscaba poner en producción grandes ideas de diseño. Noyes jugó un papel clave en la creación de los clásicos del mobiliario moderno de mediados de siglo, a saber, las incorporaciones de Charles Eames y Eero Saarinen que llevaron a líneas de productos que todavía son producidas por empresas como Knoll y Herman Miller.

También el MoMA proporcionó un lugar apropiado para que Noyes desarrollara su capacidad como catalizador creativo al reunir a artistas y diseñadores de talento probado. El MoMA se convirtió, por ello, en un escaparate del vasto conocimiento de Noyes, obtenido en sus viajes por el mundo y en sus habilidades como diseñador. Ahora podía defender el buen diseño y su disponibilidad en el mercado de masas. Exposiciones como la de Objetos útiles de diseño estadounidense de menos de $ 10, en 1940, educaron al consumidor y promovieron la idea de que un buen diseño podría estar disponible para todos. En 1947 Noyes estaba ansioso por poner en práctica sus teorías del diseño y decidió dejar el MoMA. El museo había nutrido sus ideas sobre el diseño industrial, pero su primer amor seguía siendo la arquitectura. 

Noyes necesitaba ingresos para mantener a su familia de cuatro hijos, por lo que ocupó un puesto en la oficina de Norman Bel Geddes, un arquitecto y diseñador visionario de una generación anterior. El trabajo de Geddes era muy teatral, vistoso y algo anticuado, todo lo que Noyes no era.  Geddes fue uno de los precursores del diseño industrial del siglo XX. Diseñó trenes, automóviles, barcos, electrodomésticos y aviones, todos empaquetados en formas elegantes y aerodinámicas. Fue en ese momento cuando IBM se acercó a Bel Geddes para que rediseñara la nueva máquina de escribir Selectric de la compañía.

A principios de la década de 1950, IBM estaba dirigida por el presidente Thomas Watson Sr., su hijo Thomas Watson Jr. se unió a la compañía en 1937, y se convirtió en presidente en 1961. Noyes había conocido a Watson Jr. durante la Segunda Guerra Mundial, Watson era piloto y Noyes piloto de planeador.  En una reunión en la oficina de Bel Geddes, Watson reconoció a Noyes y se sorprendió al descubrir que era diseñador. Bel Geddes puso a Noyes a cargo del proyecto de la máquina de escribir Selectric. Para comenzar el proceso de diseño, Noyes visitó la sede de IBM en la ciudad de Nueva York para evaluar cómo IBM desarrollaba sus elementos. Lo que encontró fue una serie de máquinas comerciales de diseño torpe, incluidas máquinas de escribir, tabuladores y calculadoras de relevo. Aún había un clasificador con patas de hierro fundido estilo Reina Ana. Las oficinas eran una colección de estilos y gráficos de edificios que no coincidían entre sí. Watson Sr. había acuñado el lema Piensa, que apareció en las paredes de las oficinas en todo el edificio. 

A fines de la década de 1940, y tras cerrar las oficinas de Bel Geddes, Watson le pidió a Noyes que terminara el proyecto de la Selectric. Este encargo se convirtió en las raíces de Eliot Noyes & Associates y, por tanto, la siguiente evolución profesional de Noyes. Noyes diseñó la carcasa esculpida de la máquina de escribir Selectric, pero hubo un problema con el mecanismo de escritura que creaba las impresiones de las letras. En The Look of the Century (1996), Michael Tambini señaló la solución creada por el empleado de Noyes, Allan McCroskery, de una cabeza tipo pelota de golf para reemplazar la barra tipográfica. Los cabezales intercambiables permitieron una mayor variedad de tipos de letra. El diseño final de la máquina de escribir fue un éxito y generó grandes ingresos para IBM.

Con el éxito de Selectric, Noyes propuso un ambicioso programa de diseño que afectaría a todos los elementos de la imagen de IBM. Contrató a un equipo de diseñadores para dirigir el nuevo proceso: encargó a Isamu Noguchi y Alexander Calder las instalaciones de arte en los edificios de la compañía, trabajó con Charles y Ray Eames para diseñar los espacios de oficinas y la parte gráfica la adjudico a Paul Rand. Aunque el diseñador gráfico Paul Rand nunca había realizado un sistema gráfico corporativo completo, Noyes conocía su trabajo y tenía fe en él. Rand creó el nuevo logo, como Steven Heller relata en Paul Rand (Phaidon, 2000). Como era de esperar, hubo cierto rechazo de los gerentes arraigados en el modelo anterior, pero Noyes prevaleció. Además de la nueva identidad corporativa, Noyes desarrolló un programa de cómo, dónde y cuándo usar el nuevo logo, reforzando siempre la marca en todo el marketing. Ray Eames y Charles Eames fueron contratados para hacer películas que humanizaran los ordenadores y otras nuevas tecnologías. Noyes sintió que el reflejo de los mejores atributos de una empresa se convirtió en su identidad de diseño. En 1956, Noyes fue nombrado director de diseño de IBM. Tenía un contrato inusual que le permitía trabajar para IBM y actuar como diseñador independiente con su propio personal. IBM le encargaba regularmente a Noyes que diseñara varios productos y edificios para la corporación. Sus edificios más famosos y conocidos son el de IBM en Garden City, Nueva York (1966), el IBM Aerospace Building en Los Ángeles (1964), el IBM Pavilion Hemisfair en San Antonio (1968), y el Centro de Desarrollo de Gestión de IBM en Armonk, Nueva York (1980). Noyes también seleccionó a otros arquitectos notables como Mies van der Rohe, Eero Saarinen, Marco Zanuso y Marcel Breuer para diseñar edificios de IBM en todo el mundo. 

En 1960 Westinghouse contrató a Noyes para crear un programa de diseño para la empresa. Noyes se reunió con los líderes de Westinghouse en Manhattan y tuvo claro que Westinghouse necesitaba un enfoque diferente al que había adoptado con IBM. Westinghouse no tenía un producto fácilmente definible. ¿Qué hizo Westinghouse? El desafío de Noyes era tomar segmentos comerciales complicados como submarinos atómicos, desarrollos electrónicos moleculares, termoelectricidad, generación de energía y ultrasonidos y darles una expresión visual. Noyes organizó su equipo creativo. Una vez más, recurrió a Rand para desarrollar un programa de gráficos y una marca registrada. Ray y Charles Eames diseñaron ferias comerciales corporativas e hicieron películas para ilustrar y dar vida al amplio espectro de productos de Westinghouse. Westinghouse también contrató a Eliot Noyes & Associates para desarrollar un vehículo de tránsito rápido para Pittsburgh que involucró la colaboración con un equipo de arquitectos, planificadores urbanos y diseñadores industriales. Noyes se aseguró de que cada detalle reflejara la personalidad de Westinghouse. Su siguiente proyecto vino de Rawleigh Warner Jr., presidente de Mobil Oil. Warner vivía no lejos de Noyes en New Canaan. Compartía el interés de Noyes por el diseño moderno y vivía en una casa diseñada por el amigo de Noyes de Harvard, John Johansen. En 1965, Noyes Associates transformó la identidad de Mobil, dándole un aspecto limpio y moderno. Rand, abrumado por otros proyectos, se negó a participar, por lo que Noyes contrató a la firma Chermayeff & Geismar para diseñar el tratamiento gráfico (incluida la “O” roja en la marca Mobil). Eliot Noyes & Associates se centró en el concepto general y la arquitectura y el diseño de las estaciones de servicio, incluida una bomba de gas cilíndrica de los surtidores.

Su primer proyecto como arquitecto fue una vivienda para su familia, de la que fue arquitecto y cliente. Se instaló en una parcela en New Canaan, Connecticut, que entonces era una pequeña ciudad con pocas restricciones de planeamiento, lo que le proporcionó libertad en el diseño. Como dijo su hijo Fred Noyes, “El diseño lo impregnaba todo. Era una forma de vida”. La segunda casa en New Canaan que construyó para su familia en 1955, desechada la anterior, es un ejemplo de cómo se aplicó el principio de la totalidad del diseño. La casa estructurada en torno a un patio articula todas las dependencias, que se segregan en zona de día y zona de noche o áreas públicas y privadas. El esquema explorado por Noyes –que parte de las reflexiones tipológicas de las casas con patio de Mies Van der Rohe– tuvo notables influencias en proyectos posteriores de otros arquitectos. Así las Casa de José Luís Sert (1958), la Hooper House de Marcel Breuer (1957) y hasta la Friis House (1958) no se entenderían bien sin el precedente marcado por Noyes. La casa fue concebida para alojar a sus cuatro hijos y una variedad de mascotas, todo ello expresado con una sobria formalización. Construida en un pinar, la casa está acotada por dos enormes muros de piedra local, con paredes de vidrio en cada extremo, demostrando la contención de recursos materiales desplegados por Noyes en el diseño. La casa funciona como un lugar para vivir, comer y dormir, y también como un lugar para prosperar, crecer y divertirse. Resumía en buena parte el imaginario americano de la nueva prosperidad de posguerra.

Fred Noyes dijo que la familia nunca se dejó intimidar por la necesidad de cruzar el patio abierto para ir de una zona a otra, incluso en el frío del invierno. Noyes se casó con la arquitecta Mary ‘Molly’ Duncan Weed (1915-2010), quien creó gran parte del diseño de interiores en los proyectos de Noyes.  Tuvieron cuatro hijos, incluido el animador, Eli Noyes, el arquitecto, Frederick Noyes y el diseñador de sellos del US Postal de los Estados Unidos, Derry. Noyes invitó a vivir los cambios estacionales como parte de la casa misma. La casa Noyes ganó diversos premios, incluido el Premio AIA al mérito arquitectónico en 1957. Se publicó en las revistas Time y Life, con fotos de la familia tocando instrumentos, leyendo y disfrutando de la casa en general. La casa, por otra parte, estaba llena de arte, escultura, arte popular y música. Artistas, diseñadores y amigos visitaban la casa constantemente, señala Fred Noyes. El artista Alexander Calder era, entre otros, un amigo cercano de la familia. Sus móviles colgaban frente a las paredes de vidrio a ambos lados de la sala principal. Cuando Noyes sugirió una escultura para el patio, Calder llegó con varias maquetas pequeñas. Fred describió cómo se utilizó un proyector de diapositivas para resaltar y ampliar las sombras de los modelos en la pared para determinar qué modelo funcionaba mejor en el patio. El trabajo final fue el primer stabile (escultura inmóvil) de Calder. A Calder le preocupaba la flexibilidad de la chapa. Para reforzar la escultura, Noyes sugirió refuerzos como nervaduras para endurecer el plano. Tuvo tanto éxito que Calder utilizó la idea en otras esculturas a gran escala durante el resto de su vida.

“Buen diseño es buen negocio”, era la máxima lección de Eliot Noyes, que todavía resuena en nuestro mundo. Con una carrera que abarca desde la Segunda Guerra Mundial hasta la era digital, Noyes es una rareza como creador: tanto un innovador como maestro del diseño del siglo XX. Fue, en suma, un visionario, pionero en un enfoque del diseño que abarcaba el panorama general tanto en su trabajo como en su vida. La muerte prematura de Noyes en julio de 1977 conmocionó a amigos y colegas. Siete semanas después de su muerte, se llevó a cabo un memorial en su casa en New Canaan. Llena de amigos, colegas, artistas y diseñadores, fue una celebración de su rica vida. La Graduate School of design de Harvard ha establecido una cátedra, llamada ‘Profesor Eliot Noyes de Teoría de la Arquitectura’.

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