Primavera en Albacete hacia 2023

Fotografía Gorka Lejarcegui

En mi intervención –”Emblemas y lugares: sobre Infancia y corrupciones“– en el primer Congreso-Homenaje a Antonio Martínez Sarrión, celebrado en Albacete entre el 22 y el 24 de marzo, y dirigido por Valentín Carcelén con apoyo inefable de Andrés Gómez Flores, conecté el viaje primerizo del muchacho Antonio Martínez Sarrión (AMS) desde la ciudad natal del páramo rustico al Madrid de las maravillas, fulgores, humazos y colores refulgentes; desde la adormecida ciudad del aire y del llano al tráfago luminoso y ruidoso de lo que entonces era en el imaginario de la meseta sur, una gran ciudad y la llegada inaugural del jovenzano Sarrión a Atocha, como si fuera un Arco del Triunfo que corona al héroe. Hay mucho de llano en la toponimia albacetense: desde la patrona-virgen a la base militar del ejército del Aire, y ahora la denominación de la estación reformada y ampliada como Albacete-Los Llanos, y siempre a la “llaneza muchacho, no te encumbres” del maese Pedro de El Quijote, que “toda afectación es mala”, como recordaba Juan Carlos Gea en la sesión de apertura del citado Congreso-Homenaje, con su conferencia Antonio Martínez Sarrión, maestro y vigía, que prolonga la denominación del texto publicado por mí con motivo del ochenta aniversario del poeta en 2019, como Maestro y moderno. Pues probablemente, todo ello, Maestro, Vigía y Moderno, para hablar de Antonio Martínez Sarrión, aunque fuera desde la dificultad de hacerlo en su ciudad natal, cuajada de presencias y de ausencias, de sueños colgados de la memoria y de realidades desaparecidas ya por las cuestas de la vida.

José Rivero Serrano y Andrés Gomez Flores

De tal suerte que el cohete espacio-temporal –en designación sarrioniana en el primer tomo de sus memorias, que eso es Infancia y corrupciones: una mirada y una escritura posterior, a los años de formación y de infancia– me hacía vincular la otoñada madrileña del estudiante Sarrión en formación hacia 1955 –ya saliendo de la Autarquía y del torpor del medio franquismo de grisuras y avemarías–, con lo que más tarde sería un libro memorable y siempre referenciado por AMS, el Otoño en Madrid hacia 1950, de Juan Benet que publicaría en 1987. Alguien como Juan Benet, llamado a trenzar amistad y cofradía posterior con AMS –una suerte de hermano mayor que no tuvo–, al que bautizaría como El Moderno en su primer encuentro en el drugstore de Fuencarral, gin-tonic mediante y con Eduardo Chamorro de intermediario. De lo que cuenta la leyenda y la tradición oral, que fue el propio Juan Benet –imperial e impertinente desde su elevada altura física e intelectual– quien al recibir al joven Sarrión y reprocharle a él y a toda la camada de los autores modernos de Nueve novísimos, su ignorancia de Tito Livio y de Amiano Marcelino, le espetó “Sois unos modernos”. Y de ahí la leyenda de Antonio Martínez Sarrión como El Moderno. Leyenda ratificada, tiempo después, en cena barcelonesa, por Jaime Gil de Biedma, quien, oído los pareceres poéticos y literarios de nuestro hombre, le interrogó “¿Cómo se puede ser tan decadente, siendo de Albacete?”. Que podríamos prolongar en otras interrogaciones ¿Cómo se puede ser tan Moderno, siendo de Albacete? Y ¿Cómo se puede ser un Maestro, siendo de Albacete? Y esos son los misterios que sólo la lectura de su obra puede despejar, escribía en estas páginas con motivo del aniversario citado, y que ahora algunos nos hemos empeñado en desvelar y trabajar en esta primavera en formación del año 2023. Gea, Talens, Prieto de Paula, Lorenzo, Cruz, Bravo, Carnero, Siles, Molina Foix y yo mismo, hemos sobrevolado el llanazo de la memoria, para ayudar al recuerdo sarrioniano al arraigo en su tierra, en lo que debe ser la continuidad de esos estudios y esos recuerdos capaces de iluminar tanto la vida como propia como el entorno literario y social de esos años que viajan desde 1950 al 2023.

De izquierda a derecha: Emilio Sáez Cruz (Alcalde de Albacete), Luisa Martinez Sarrión, Graciela Paoletti, Jorge Martinez Pauletti

Trabajo el de Otoño en Madrid hacia 1950, que contaría con un prólogo del propio Sarrión en la edición de 2004, promovida por la Comunidad de Madrid, dentro de la colección Letras madrileñas contemporáneas, que hermanaba a ambos escritores en esa rubrica de escritores madrileños contemporáneos, pese a la procedencia de AMS, desde el llanazo de Albacete y que el mismo Benet viera de forma aristada, como me encargaba de anotar en mi texto de 2016 Geografía personal. Grado superior.Cuando uno atraviesa tu ciudad en dirección a Levante, entra por Navajas Martínez y sale por cuchillos Sarrión”. Pero no por ello, Martínez Sarrión es cuchillero y es cortante”, añadía yo. Prólogo, por demás, que Sarrión, denominaría Juan Benet: las memorias negadas. En referencia a la reiterada negativa del ingeniero, por dar a la imprenta algo más que esos recuerdos deshilvanados que van desde Baroja al pintor Caneja, desde Martín Santos a Dionisio Ridruejo y sobre todo a El Madrid de Eloy. Y, tal vez AMS produjo ese prologo, en reproche a Benet, por no haber producido esa escritura de lo vivido y recordado. A quien pidió consejo, cuando AMS comenzaba a esbozar lo que sería Infancia y corrupciones y obtuvo el mandato único de que “tus memorias, habida cuenta de la normalidad de tu vida y de la ausencia de proezas, deben de sustentarse únicamente en el estilo”. Para cerrar otro bucle de rememoraciones.

Y por ello, la denominación del texto, de este texto, como Primavera en Albacete hacia 2023, como doble homenaje y como relato de lo acaecido en esos días, por medio de comunicaciones que –versando fundamentalmente sobre Sarrión– apuntaban también sobre la literatura española del último tramo del siglo XX, sobre la amistad y sobre la escritura plural de AMS: poesía, memorialismo y ensayo plural. Todo ello recorrido por autores que han conocido la vida o la obra del escritor más importante del siglo XX de Albacete. Por más que ello no haya sido tónica habitual en su propia casa natal. Y que ciertas valoraciones solo se disparan tras la partida y ausencia. Como ya anote, también aquí, en septiembre de 2021, tras la muerta de AMS.

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