La destrución o el amor

Ayer como otras tardes, como no era día de subir artículo, comencé a buscar alguna frase o un poema para subirlo a FB. Era viernes, tenía que ser algo leve, incluso dulce, porque ya habían oscurecido bastante el aire los periódicos toda la semana  con reiteraciones interminables, malas noticias o estupideces varias, mostrando la cara más fea del mundo. Así que no sé muy bien cómo recordé el inicio de aquel poema de Aleixandre, ese que comienza con esos versos tan evocadores e ingenuos (“Un pájaro de papel en el pecho…”), casi como un poema adolescente aunque ya tenía 33 o 34 años cuando lo escribió, en el que trata de ligar el deseo, la esperanza y la vida. Luego había que buscar una foto. Pensé en Man Ray pero apareció Carla Cerati y elegí un desnudo que me pareció que iba con el poema y su belleza. Lo subí a FB sin pensarlo demasiado y el resultado fue éste: La foto y el poema.

 

Fotografía Carla Cerati

Un pájaro de papel en el pecho
dice que el tiempo de los besos no ha llegado;
vivir, vivir, el sol cruje invisible,
besos o pájaros, tarde o pronto o nunca.
Para morir basta un ruidillo,
el de otro corazón al callarse,
o ese regazo ajeno que en la tierra
es un navío dorado para los pelos rubios.
Cabeza dolorida, sienes de oro, sol que va a ponerse;
aquí en la sombra sueño con un río,
juncos de verde sangre que ahora nace,
sueño apoyado en ti calor o vida.

VICENTE ALEIXANDRE. “Vida” en “La destrucción o el amor”, 1935

 

Fotografía Jeanloup Sieff

Al rato me llamó el Community Manager de la revista. Al parecer FB nos había bloqueado y nos recriminaba con el siguiente texto:

No permitimos que se muestren desnudos. Algunas descripciones de actos sexuales también se pueden eliminar. Estas restricciones sobre la exhibición de desnudos y actividad sexual también se aplican al contenido digital, a menos que dicho contenido se publique con fines educativos, humorísticos o satíricos.

Eliminamos cualquier contenido que incluya amenazas o que promueva la explotación o violencia sexual. Esto incluye la solicitud de material sexual, cualquier contenido sexual que implique a menores, amenazas con compartir fotos de carácter sexual y ofertas de servicios sexuales. Siempre que sea oportuno, remitiremos este contenido a las autoridades locales.

Para obtener más información sobre el tipo de mensajes y publicaciones permitidos en Facebook, consulta las Normas comunitarias de Facebook.

 

Fotografía Jeanloup Sieff

Luego nos alentaba a que revisásemos todas nuestras fotos para que estuviésemos seguros que cumplían las normas y no volviera a ocurrir otro incidente con el que nos podían bloquear la cuenta. Echarnos fuera de la comunidad, lo que tiene un fuerte contenido simbólico, porque en el texto de FB hay una sutil escalada casi subliminal: desnudo, actividad sexual, pornografía, amenazas, explotación y violencia sexual. Lo que me recordó un artículo que leí de Gayle Rubin  hace unos años (se recomienda leer especialmente el epígrafe IV donde analiza los movimientos antipornografía), cuando estaba preparando una conferencia sobre una perspectiva histórica de las relaciones entre psiquiatría y la sexualidad. Es una reflexión sobre el sexo desde una corriente del  feminismo radical bastante distinta a la que representan  Catharine MacKinnon y Andrea Dworkin, por ejemplo. Algo que quizá conviene leer, aunque podamos no compartir muchas cosas, en tiempos donde se vuelven a apreciar signos de puritanismo que, como ya ocurrió en otros momentos históricos, produce extraños compañeros de cama y peligrosas consecuencias para las personas. Esta historia de la sexualidad y éstas reflexiones de Efigenio Amezúa también pueden ilustrar sobre el tema. Lo que ocurrió puede volver a pasar, la ley del péndulo ha sido una constante en la consideración social de la sexualidad, solo que ahora con muchas mayores posibilidades de control social por los avances tecnológicos y la utilización que de las nuevas redes sociales puede hacerse. Las nuevas distopias, como las viejas, siempre aspiran a la pureza.

 

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