Hesse: el acuarelista inquieto (y II)
Autoterapia con acuarelas Si en la primera parte quedó claro que la compleja personalidad y obra de Hesse no son ajenas a sus “neurosis”…
Me llamo Jesús José de la Gándara Martín (Tornavacas, Cáceres, 1956), y soy médico, psiquiatra y padre de familia. Lo de las letras me sobrevino en la infancia, sin buscarlo. Desde entonces escribo de todo (prosa, poesía, ciencia, arte…) y publico mucho (artículos, libros, blogs…), luego me temo que poco será bueno. ¡Bueno, a veces sí!... pero eso eres tú quien tiene que decirlo.
Autoterapia con acuarelas Si en la primera parte quedó claro que la compleja personalidad y obra de Hesse no son ajenas a sus “neurosis”…
Hesse y el psicoanálisis El pasado 9 de agosto se cumplieron 50 años de la muerte de uno de los escritores más influyentes del…
BIG – BANG la nada misteriosa distancia entre el punto y su nostalgia la luz el ser de un rayo atrapado siendo ser en…
Reflexión a propósito del documental “La cueva de los sueños perdidos” de Werner Herzog En el principio fue “el símbolo” ¿Cuándo y porqué empezó…
Compartimos con la bruma ser el ochenta por ciento agua y el noventa por ciento duda. Pero si todas las personas somos bruma, algunas…
Había una vez un lugar llamado Paraíso en el que los seres prehumanos disponían de todo lo bueno y virtuoso sin tener que esforzarse….
Días de fútbol europeo, es decir mundial, y por lo tanto de hiperconexión humana global. El “Global Consciousness Project” una iniciativa entre la ciencia…
“Es feliz el que está contento con las circunstancias presentes, sean las que quieran, y es amigo de lo que tiene” Séneca. Diálogos El secreto…
Llegó la primavera y Gusamari se subió a un manzano.
Era un áspero bichito de piel peluda y temperamento huraño, y el manzano le gritó: “Apartate de mis manzanas infecto gusano”; a lo cual él respondió: “No soy un gusano, soy ¡Dinamita!”, parafraseando al Nietzsche más violento. Y, sin dudarlo, se metió de lleno en la manzana sin ninguna intención que fuera buena.
Mientras taladraba la jugosa fruta y dejaba que le inundara la agridulce tentación, se topó con Newton, aquel que encontró en una manzana las leyes del cosmos, sin saber que algún día la cosmología se convertiría en cosmética.