Le Corbusier, Petit Maison, Corseaux 1923-25

La particularidad de esta pequeña casa de Le Corbusier, denominada como Ville Le Lac, y también conocida como la Petit Maison por sus dimensiones reducidas es muy significativa. Tan significativa como poco conocida mayoritariamente, por más que ocupe el lugar debido en volúmenes antológicos, como el de Gustavo Gili de 1971, Le Corbusier 1910-1965 Mientras que la primera de las denominaciones (Ville Le Lac) responde a su proximidad al lago Leman, cerca de Vevey en Suiza, la segunda de las denominaciones (Petit Maison) alude al aspecto dimensional. Un aspecto dimensional que volverá a emerger, treinta años más tarde, cuando Le Corbusier erija Le Cabannon, como lugar propio de vacaciones en Cap Martin y caracterizado por una fuerte sobriedad.

Parte de la significación es que la obra se inscribe en el periodo de los ensayos más valiosos de Le Corbusier y más determinantes en sus posteriores elaboraciones sobre el ámbito de las viviendas y villas. Por ello podemos imputar a la   Petit Maison un destacado carácter de ensayo preliminar de diversas soluciones que se desarrollarían posteriormente, y por ello, puede decirse que constituye una de las primeras experiencias de una obra de arquitectura moderna de Le Corbusier (1887-1965). Hay que citar que ya en 1914 Le Corbusier da salida al esquema de Maison Domino, que junto con la solución de la Villa Citrohan de 1920, componen el par tipológico de las soluciones que van a jalonar tanto las plantas libres como las fachada libres. Como si con ello, Le Corbusier, quisiera dar alternativas dobles al problema compositivo y formal de la vivienda. 

Existe además en ese periodo de los años veinte, un esfuerzo importante por tantear soluciones diversas que van desde las citadas antes, a las previas de las casas en hilera, conocidas como Casas Monol (1919) o el taller de Ozenfat concebido como casa de artista en 1922. Mismo año en que ensaya la solución en altura, a través de la agregación de células elementales, en lo que serían los Inmuebles-Villas y finalmente el Pabellón de L`Esprit Nouveau en la posterior exposición de Artes Decorativas de Paris de 1925. Justamente en ese contexto de proyectos innovadores se va a producir el trabajo de la Petit Maison,  

Dejando ya detrás las otras realizaciones de sus primeras experiencias construidas, como fuera  la villa Jeanneret-Perret (1905) en  La-Chaux-de-Fonds, y sobre todo dejando atrás el universo formal que representaban. Por ello la pequeña vivienda de Vevey, construida, igualmente para sus padres, marca una inflexión de la nueva etapa que se produciría nítidamente a partir de 1923 con la publicación de Vers une Architecture, año en que comienza a elaborar los primeros estudios de la Petit Maison.  Texto el de Vers une Architecture,  que vendría a plantear los famosos Cinco puntos de una nueva arquitectura

Del elevado carácter familiar y personal del proyecto, da cuenta el empeño desplegado personalmente por Le Corbusier, junto a su primo Pierre Jeanneret, en la localización de la parcela ideal para su desarrollo La pareja elaboró ​​planes para la casa antes de buscar el sitio ideal, y finalmente se decidió la localización  en un lugar apartado en la costa oriental del lago de Ginebra, en el municipio suizo de Corseaux.

De la misma forma que su reducido ámbito dimensional de tan sólo 64 metros cuadrados, supone un acercamiento de Le Corbusier a toda la lógica del existenz-minimun presente en todas las soluciones de vivienda social del momento, y anticipando  las soluciones de ls viviendas obreras de  Pessac, realizadas en esa onda del existenz-minimun  pero de carácter bien distinto. En la villa Le Lac, Le Corbusier experimentó según algunos estudios actuales, tres de sus Cinco puntos de la arquitectura moderna: la planta libre, la ventana corrida en horizontal y la cubierta-jardín, que seis años más tarde expondría con contundencia en la propuesta de la Ville Savoie (1929). 

La solución de le Petit Maison, supone de hecho una de sus más prolíficas investigaciones en aras de la conciliación de la vida domésticaen relación con el paisaje, como puede apreciarse tanto en el tratamiento del cerramiento del jardín con vistas al lago, como en la disposición del ventanaje del interior, estableciendo una continuidad interior/exterior. La Petit Maison o pequeña máquina de habitar se ubicó frente al lago Lemán, en una única planta de 64 metros cuadrados de superficie. El interior está equipado con tabiques móviles y muebles plegables, y las secciones de las paredes están cubiertas con pintura brillante. En su fachada principal, de 16 metros de longitud, se dispuso una ventana longitudinal de 11 metros. Con el fin de responder a un programa sobrio para dos personas solas, sin empleados domésticos, Le Corbusier organizó las estancias en un espacio restringido y delimitado estrictamente por la parcela de terreno y su posición entre el camino y el lago. La planta está compuesta por siete módulos rectangulares de 4 metros por 2,70 metros. Proporcionalmente, el jardín corresponde igualmente a un módulo. ​La vivienda consta de un vestíbulo, sala de estar (espacio de trabajo para su madre, profesora de piano), un dormitorio, una habitación de invitados modulable, un baño, un ropero, una cocina, otro baño, un aseo y la sala de la calefacción. La intención de Le Corbusier fue la de dar forma a una serie de “funciones precisas con las dimensiones específicas que pueden alcanzar un mínimo útil: una máquina económica y eficiente que logra una contigüidad efectiva”.

La casa está rodeada por un jardín cerrado, rodeado por un muro en tres de sus lados y que limita con la vivienda, la cual cierra el cuarto lado. El paramento perimetral acota la vista hacia el paisaje circundante mientras que el jardín actúa como un contrapunto a la casa. Esta se percibe como un prisma horizontal con una abertura de 11 metros que permite la entrada de la luz solar del sur. El muro del jardín está perforado con un único hueco, una réplica a pequeña escala de la ventana de la villa, el cual encuadra el paisaje e impone una visión circunscrita y organizada. Las paredes norte, este y sur encierran el pequeño jardín y definen su espacio: una sala de vegetación y un interior.

Los padres de Le Corbusier, Georges Edouard Jeanneret y Marie Charlotte Amélie Jeanneret-Perret se mudaron a la casa después de su finalización, a finales de 1924. En 2016 fue incluida como Patrimonio de la Humanidad, por parte de la UNESCO, que  ha agregado 16 obras más del arquitecto suizo-francés. 

Para seguir disfrutando de José Rivero Serrano
Jorge Lozano: la semiología de la muerte
Resulta sorprendente y llamativo que, en la muerte de uno de los...
Leer más
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *