Gregory Ain, Casa experimental en el MOMA, 1950

Nacido en Pittsburgh, Pennsylvania, en 1908. Ain se crió en el vecindario de Lincoln Heights de Los Ángeles CA. Durante un corto tiempo de la infancia, la familia Ain vivió en Llano del Río, una colonia agrícola colectiva experimental en el Valle del Antílope de California, que le marcaría en muchos aspectos de su obra. Para convertirse en arquitecto años más tarde, se sintió llamado a ello después de visitar la Casa Rudolf Schindler cuando aún era adolescente. 

Asistió a la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Sur de California entre 1927-1928, pero la abandonó después de sentirse limitado por la formación en Bellas Artes. Las principales influencias de Ain fueron Rudolf Schindler Richard Neutra. Vivió en la entonces nueva VDL Research House de Neutra durante un tiempo y trabajó para Neutra de entre1930 y 1935. También trabajó para Harwell Hamilton Harris.

La primera esposa de Ain, Agnes, fue compañera de cuarto de Galka Scheyer, el cliente del primer encargo completo de Gregory Ain que entonces trabajaba con Neutra. Su segunda esposa, Josephine Cohen, se casó más tarde con Robert Chuey y Neutra les diseñó una casa. A partir de 1935, Ain cultivó la práctica de diseñar casas modestas para clientes de clase trabajadora con planos de planta flexibles y cocinas abiertas. Se le concedió una beca Guggenheim en 1940 para estudiar viviendas prefabricadas, en paralelo a lo que había sido la experiencia europea desde los años 20 y desde el planteamiento del Existenzminimum. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue ingeniero jefe de Charles y Ray Eames en el desarrollo de sus conocidas sillas de madera contrachapada. A estas alturas el ciclo formativo de Ain se había desarrollado con –o bajo la influencia– de los protagonistas principales de la arquitectura de Estados Unidos: Rudolf Schindler, Richard Neutra, Harwell Hamilton Harris y los Eames.

Las décadas de 1930 y 1940 representaron el período más productivo de Ain. Durante este período, su búsqueda de principios para abordar “los problemas arquitectónicos comunes de la gente común”, impulsó la implementación de planos de planta flexibles y de cocinas abiertas. Circunstancias raras en la producción edificatoria y arquitectónicas de los USA, donde sólo los trabajos de Frank Lloyd Wright con las Viviendas Usonianas, se aproximan a las cuestiones europeas de viviendas de coste reducido o viviendas mínimas.  Como consecuencia de todo ello, en la década de 1940, formó una sociedad con Joseph Johnson y Alfred Day para diseñar grandes operaciones de viviendas sociales. Los principales proyectos de este período incluyeron Hogares Comunitarios, Hogares Planificados en Parques, Hogares Avenel y las Viviendas Mar Vista. Colaboró con el arquitecto paisajista Garrett Eckbo en cada uno de estos proyectos. Todos esos proyectos de Ain eran una expresión de diseño moderno de mediados de siglo. Más tarde se asoció con James Garrott, un arquitecto negro y construyeron juntos un pequeño edificio de oficinas en Hyperion Avenue en el vecindario de Silver Lake. Ain también enseñó arquitectura en la USC después de la Segunda Guerra Mundial.

Ain Gregory

Los proyectos de Ain atrajeron la atención de Philip Johnson, el responsable de la sección de arquitectura del Museo de Arte Moderno (MoMA), quien lo contrató para que construyera una casa modelo en el jardín del Museo en 1950 – como ya había ocurrido con otras piezas de arquitectos conocidos–. Johnson, como responsable de Arquitectura del MoMA, encargó a Gregory Ain el diseño y la construcción de la segunda casa de las exhibiciones del MoMA, realizadas en los jardines traseros del museo, en 1950. Jardines donde en 1940 ya se había producido la muestra Mobiliario para el hogar que tendría influencias posteriores en el programa de John Entenza Case Study house, activo entre 1937 y 1959. Exhibiciones que además, tienen precedentes diversos desde las realizadas en 1923 por Bauhaus (Haus Am Horn, de Mucha y Meyer) a las verificadas en la Exposición de París en 1925, por Le Corbusier y el pabellón de l`Esprit Nouveau, para terminar con otras piezas como la casa experimental de Muuratsalo de 1949 (Aalto) o la no menos experimental The Box de Erskin de 1941. Produciéndose la intervención de Ain después de la de Marcel Breuer en 1949, lo que le confiera un singular valor de referencia, por más que la muestra de la Vivienda Experimental de Ain, desapareciera después de la muestra. Circunstancia que ha acompañado siempre a este tipo de actuaciones, desde la lejana de 1923, House Am Horn, hasta las realizadas por parte del MoMA.

Y éste es el aspecto más sorprendente, en la pieza de Gregory Ain en los jardines del MoMa, ¿cómo desde premisas de producción estandarizada de construcciones sociales y presupuestos limitados, puede llegarse a los catálogos del Museo más significativo en los debates de la Pintura y la Arquitectura Moderna de posguerra? Cuando, en los recorridos habituales de la Sección de Arquitectura del MoMA, pesaba más la singularización de piezas que la dimensión serial, pesaba más la subjetividad de la forma que su carácter objetivo y social. Una pieza menor, por ello y frente a las recomendaciones habituales del museo, que sirve como laboratorio temporal de ideas y que sirve, por tanto, como exposición de las posibilidades constructivas del momento; no desconectando los avances formales de la Arquitectura de sus aspectos tecnológicos, derivados de la economía e industria de posguerra. Expresadas esas premisas en la utilización tanto de elementos convencionales – aparejos de fábrica de ladrillo– con otros fruto de la prefabricación industrial –losas de hormigón armado y elementos de carpintería exterior industrializado–. Donde no se renuncia a los acabados interiores que rompen los iconos habituales de las revistas de decoración del momento, y donde además se incorporan elementos de mobiliario estrictamente moderno, aún antes de las transformaciones que se producirían en los años sesenta.

Junto a todo ello y desde estas premisas de preocupación social y de viviendas económicas, Ain fue acusado de pertenecer al Partido Comunista –en plena psicosis de la, extendida por el Senador McCarthy, Caza de brujas– y fue activamente investigado y espiado (entre otros personajes de su entorno, por la niñera de la familia) durante casi 30 años por el FBI. J. Edgar Hoover lo consideró, por ello, como el arquitecto más peligroso de Estados Unidos, lo que provocó la pérdida de muchos encargos, incluida la participación en el famoso Programa ya citado del Case Study House, organizado por John Entenza, al que normalmente Gregory Ain estaba llamado y destinado, fruto de sus ensayos y proyectos de años anteriores volcados en la innovación formal desde la cadena productiva. A veces tuvo que usar un alias –como otros escritores y directores de cine, como Dalton Trumbo– para realizar ciertos trabajos, y este era el de Fred Grant. Por ejemplo, en 1949 fue incluido por el Subcomité de Información del Senado de California sobre Actividades Antiamericanas como “uno de los críticos más notorios del comité”. ​ El creciente miedo rojo de la Guerra Fría condicionó la posterior trayectoria de Ain que acabó siendo eclipsada.

Ain dejó California y de 1963 a 1967 fue nombrado Decano de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Estatal de Pensilvania. Murió en 1988 en Los Ángeles, dejando una hija, Emily, y un hijo, Christopher. Los trabajos de Ain se encuentran en la Colección de Arquitectura y Diseño de la Universidad de California en Santa Bárbara. Christiane Robbins produjo una película, Bauhaus Ranch (también conocida como 1000 pies cuadrados), que documenta la vida de Ain, quien es más conocido por llevar elementos de la arquitectura moderna a viviendas de bajo y medio costo. Se dirigió, por ello, a “los problemas arquitectónicos comunes de la gente común”. Casi como un New Deal arquitectónico. Esther McCoy dijo, por otra parte, que “Ain fue un idealista que dedicó más de diez años a combatir los códigos de planificación y construcción anticuados, y promover prácticas inmobiliarias más ambiciosas”. “Ain idolatraba a Schindler”, según recuerda el arquitecto John Blanton, quien también trabajó para Richard Neutra. “Pero Ain estaba más orientado al usuario; quería que sus diseños funcionaran para los clientes y, por lo tanto, podrían comprometer el estilo. Debido a esto, los clientes lo adoraban”. 

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