Es abril, los árboles reverdecen con fuerza y en los campos comienza a retornar la actividad de los insectos, la eclosión de los entumecidos roedores y las plantas, con flores de incontables colores. Los libros, como promesa del fruto de la lectura, también poblarán con entusiasmo los puestos de ciudades como Barcelona y Zaragoza, entre otras, donde se celebra San Jorge y el fallecimiento de Cervantes y Shakespeare. Un año más les ofrezco en Hypérbole, en exclusiva, mi selección de cinco lecturas (y algunas más) para disfrutar de un 23 de abril inolvidable.
Una novela: La casa de los hilos rotos, de Angélica Morales (Destino)
Inspirada en la biografía de la artista textil húngara Otti Berger, quien en 1931 llegó a dirigir el Taller de Tejido de la Bauhaus, La casa de los hilos rotos sumerge al lector, a medio camino entre los hechos reales y la ficción, en la vida de Berger y en la dinámica del movimiento Bauhaus. Crisis, esplendor, esperanza y el caos definitivo causado por los nazis con el estallido de la Segunda Guerra Mundial en una Europa que aspiraba, por un lado, a renacer de las cenizas de la Gran Guerra y, por el otro, deseaba entregarse a la desolación de un nuevo fratricidio continental.
Hasta aquí, La casa de los hilos rotos sería una novela histórica más si no fuese por el genio de Angélica Morales (Teruel, 1970), quien lleva deleitando con su obra poética, teatral y narrativa desde hace décadas a los lectores más exigentes. En esta novela, publicada en para la ocasión por un sello de vanguardia para el mercado español como es Destino, Morales luce su mejor prosa, llegando a esculpir una novela que se disfruta sobremanera en cada página, manteniendo el equilibrio entre narración y diálogo entre personajes en el que se vislumbra el enriquecedor dominio de la autora en la lírica y en las artes escénicas. El ritmo y el dominio de la escena son, también, superlativos. Se trata, en consecuencia, de una novela magnífica, bastante bien documentada y escrita con maestría.
Un ensayo: Filosofía del pasajero, de Michael Marder (NED Ediciones)
El viaje, como proceso vital, es una de las grandes cuestiones existenciales de la especie humana. En todas las culturas antiguas, desde la egipcia hasta el crisol indio, los mitos precolombinos y los asiáticos o el rico legado griego, el viajero se ha mostrado un extranjero «de derecho» allá donde se encuentre. El camino puede ser metafórico, místico, real o imaginado. Gilgamesh, el rey elevado a leyenda, emprendió su viaje a la patria de los dioses en busca de respuesta tras la muerte de su querido amigo. Odiseo pasó una década vagando por el Mediterráneo en el deseo de regresar a un hogar que ya no podía ser el mismo que dejó atrás en su momento.
El filósofo e investigador del Ikerbasque Michael Marder (Moscú, 1980) despliega su singular pensamiento en este nuevo ensayo, Filosofía del pasajero, donde esboza la universalidad que reside en la condición de «pasajero». Hoy en día, en el que el placer de viajar no está limitado a unos pocos afortunados (o desdichados), los planteamientos de Marder, que ofrecen una poderosa mirada novedosa, ofrecen un soplo de aire fresco al lector que desee aventurarse en los brazos de la filosofía. Porque al igual que vivir, dejarnos llevar por la pasión que despiertan las páginas de un libro o por la tracción de un tren es volver al origen mismo del hecho de existir en el mundo, de pasar de una «estática existencial» a la «dinámica existencial»: transitar, descubrir, eludir, confiar, disfrutar.
Un poemario: La criatura terrestre, de Katherine Mansfield (Torremozas)
«Extraña flor, medio abierta, escarlata/qué suave es sentir y apretar/mis labios contra tus pétalos./ Exaltación inhalada.// (…) Extrañas flores medio abiertas, escarlatas/mostradme vuestro corazón de fuego/lo guardáis acaso en un envoltorio de seda/lo encontraré de todas formas».
Torremozas ha publicado en castellano el exquisito La criatura terrestre, una deliciosa selección de poemas, en edición bilingüe, además, de la escritora modernista neozelandesa. Está al frente de la traducción y de la selección Jimena Jiménez Real. Los poemas que se recogen en esta antología poseen el espíritu de transición del final del siglo XIX y principios del XX, con la intensidad de un sentir y de una libertad en su manifestación propia de lo que acabó convirtiéndose Mansfield, en una autora que se sigue leyendo y admirando más allá de su momento histórico. Les invito a dar una oportunidad a la buena poesía, a la que nunca pasa de moda. La que ofrece calidad y placer alejados del mundano griterío de las redes sociales, volviendo a la esencia de quienes somos, a nuestra común humanidad, a la elevación del sentir, del pensar y del acontecimiento que es vivir.
Un clásico: El arte de tener razón, de Arthur Schopenhauer (Acantilado)
No podía faltar en esta lista la conjunción de «clásico» y «Acantilado». La editorial barcelonesa sigue con su apuesta por la calidad, dando cal y arena al mercado del libro. Actualidad y clásicos, curiosidad y reedición.
De esta labor que tanto admiro y defiendo ha surgido esta nueva edición de El arte de tener razón, de Arthur Schopenhauer. Poca presentación necesita este breve libro-manual donde el filósofo alemán enseña, a quien desee aprenderlas, algunas de las principales estratagemas para el arte de la oratoria. ¿Qué más puedo decir de un libro imprescindible editado, además, con la maestría habitual del sello catalán?
Un obra maestra (además, ilustrada): Jadzhí Murat, de León Tolstói (Nórdica)
Aunque la he colocado la última, Jadzhí Murat (en otras traducciones, Hadjí Murat) es mi libro preferido de la selección y de las miles de lecturas que acumulo a lo largo de mi vida.
León Tolstói escribió este libro en 1904, ya en su senectud y tras su célebre crisis existencial que le transformó en filósofo moralista. Muy lejana quedaba en su memoria la época en la que su hermano Nikolái le invitó encarecidamente a acompañarlo como civil al Cáucaso. El joven y futuro escritor estaba envuelto en una maraña de vicio y deudas entre Moscú y San Petersburgo. Allí, en aquella tierra de mito y leyenda, se hizo escritor. Entre las muchas historias que escuchó a viajeros y soldados está la del guerrero Murat y su trágico final. El autor de Los cosacos guardó en su mente este relato, reposándolo bajo el esfuerzo reflexivo, para elevarlo a obra maestra de la literatura universal cuando sus fuerzas, como las de líder checheno, comenzaron a flaquear.
El Jadzhí Murat que ofrece Nórdica a los lectores hispanoparlantes posee una belleza singular que no he encontrado en ninguna de las otras versiones que atesoro, ni siquiera en la muy querida de La otra orilla. Cuenta con la traducción del ruso original de Víctor Gallego y acompañan al texto las finas ilustraciones de Albert Asensio, que junto con Gallego realiza un trabajo de dimensiones monumentales: no hay detalle que chirríe con la novela. Este libro, editado en tapa dura y en papel de alta calidad representa el mejor regalo, sea para uno mismo o para un ser querido. Disfrutarán de una novela excepcional y poseerán una joya literaria que desearán releer.
Bonus track, porque cinco son demasiados pocos libros
Entre las lecturas que llevo este año y que destaco con profusión no puedo olvidarme de Matrioskas, la nueva novela de la magnífica Marta Carnicero y que publica Acantilado. La autora catalana regresa con su magistral mimo de la palabra para ofrecer una novela superlativa, dura y esperanzadora a partes iguales.
También me sucede con libros audaces en un tiempo que suele estar marcado por el conformismo. Como fármaco, editoriales como Atalanta, con su buen hacer habitual, ofrecen al mercado joyas como El campo vibratorio, del físico Changlin Zhang, donde indaga en esta posible dimensión humana desde el estricto saber científico. Cierro esta lista destacando una belleza de libro como es Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran reino de la China, de Juan González de Mendoza (y que edita Biblioteca Castro), testimonio de la primera gran embajada de España a la nación oriental, además de Una historia compartida (Plaza&Janés), el interesante recorrido por multitud de figuras femeninas históricas, siempre de la mano de los hombres que han estado a su sombra y que propone la novelista Julia Navarro a sus lectores, y el regreso del Theodor Kallifatides más personal en el breve libro Un nuevo país al otro lado de mi ventana (Galaxia Gutenberg). ¡Larga vida a los libros y muy feliz primavera para todos los apasionados de las letras!
