Gloria Fuertes se creó una imagen de mujer sencilla, simpática, un poco desarrapada; de poeta para niños o de poeta social que hacía versos, a veces como por encargo, sobre cualquier cosa cotidiana. Tenía siempre ese aspecto de matrona sonriente que no se preocupa de su aspecto, ni de sus cosas, como si estuviera un poco fuera de lo mundano pero que, sin embargo, parece siempre a punto de que se le escape una lágrima que traicione la sonrisa y trasparente un dolor o una pérdida muy significativa. Y es que esa mujer era mucho más que un juglar divertido con la voz cascada, que durante una época salió mucho por televisión. Era una poeta sensible y a veces íntima que vislumbraba algunos secretos escondidos de la condición humana. Éste por ejemplo parece un poema sencillo. Pero quizá habría que aprenderlo de memoria.

 

ADVERTENCIA

Cuando estés recién muerto,
aún con la tibia tibia,
aun con las uñas cortas,
querrás hacer algo
-lo que podías hacer ahora-;
y ya habrán cerrado las tiendas y portales,
y ya será muy tarde para llegar a tiempo
a los que hoy te aman.

This visit the following blog is actually the most used type of case study and it is done mostly while the event is still in progress.
Etiquetado en
Para seguir disfrutando de Ramón González Correales
La sabiduría de nutrirse
Releo al principio de la primavera  los avatares de lady Chatterley, el...
Leer más
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *