María Callas: 90 años del nacimiento de una diva

Al final una vida, cualquier vida,  tiende a resumirse en unas cuantas anécdotas que se repiten una y otra vez, alejándose poco a poco de lo que sucedió, pero que terminan cubriendo la realidad, diluyéndola o levantando otra, quizá más sólida, más persistente, de la que ya es muy difícil zafarse. Las contamos nosotros mismos, las cuentan los que nos conocieron, cuando ya no estamos, hasta desaparecer finalmente en el olvido.

 

 

La vida de una Diva será siempre memorable, pero también lo que creemos saber de ella puede ser tan lejano como un eco, amenazado por la ficción, por el estereotipo, por lo que no fue y sin embargo nos predispone, nos conmueve o nos lleva a juzgarla o a tratar de imitarla. Maria Callas fue la primera diva. Dicen que lo tenía todo en una dimensión excepcional: voz, técnica, capacidad dramática. Llegó a eso a través de un camino doloroso, como una heroína griega.

Padres divorciados y emigrantes; primera juventud y formación en la Atenas de los años 40, asolada por una guerra; una madre, al parecer cruel, que la veía fea y gorda pero que sospechaba una esperanza en su voz,  que se encargó de cultivar con los mejores profesores disponibles y una gran exigencia; el éxito precoz; la creación de un nuevo cuerpo; un primer matrimonio con un hombre rico, 30 años mayor que ella; una década prodigiosa con un año legendario, 1958; un amor pasión con Aristóteles Onassis que inicia el principio de su declive; un embarazo frustrado; un abandono público que la fue matando lentamente en la Avenue Georges Mandel, 36, de París, cerca del Arco de Triunfo; una muerte misteriosa; una tumba en el Pere Lachaise.

 

 

“…su canto asemeja una herida abierta, que sangra entregando sus fuerzas vitales…como si ella fuese la memoria del dolor del mundo…”.dijo Kurt Pahlen. Como si cierta altura solo se alcanzara con las entrañas, después de haber robado el oro de toda la desdicha del mundo. Una diva y una mujer. El amor como la droga de las mujeres. Como lo que inevitablemente las destruye si toman la poción hasta el final y creen en ella y se dejan arrastrar al abismo de un juego finalmente solitario.

 

 

Y sin embargo una vida con tantas cosas. Con tantas otras historias que no se relatan y que quizá fueron más determinantes para su corazón o para su música. Me interesa lo que no sabemos, lo que quizá ella misma ignoraba. Lo que le forjó un carácter indomable y frágil a la vez, lo que podía haber tenido también si hubiera elegido mejor, si es que eso es posible, allí tan arriba, donde el amor tiene tanto de símbolos de poder y de códigos aparentes. Donde la intimidad es tan difícil.

Pero a las divas permanecen siempre a través de su música, un milagro que no justifica del todo su biografía, ni siquiera su voluntad. Y también a través de algunas de sus palabras, donde tratan de explicarse, de reconocerse. La belleza infinita de su música que algunos días puede llevarnos tan lejos…

 

 

María Callas nació el 2 de Diciembre de 1923 y murió el 16 de Septiembre de 1977

 

 

 

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