Hay ciertas cosas frente a las que no aprendemos por mucho que nos pasen. Prueba de ello es que aquí estamos un año más dándole corrillo a los Oscar, premios cinematográficos por antonomasia, y que como tales premios, en sí mismos no significan nada más que un afortunado cúmulo de circunstancias que, con el empujón de oportunas campañas de márketing, acaban por colocar ante miles de espectadores a una serie de profesionales del cine con una estatuilla dorada en la mano, a veces (las menos) porque la excelencia de su trabajo lo merece, otras porque les tocaba o por falta de competencia, otras porque pasaban por allí (cayeron en la película adecuada) y otras por imperativo de modas o dictámenes de lo políticamente correcto. En cualquier caso, el tiempo, ajeno a reconocimientos, se encarga de separar el grano de la paja y de conservar los verdaderos hitos. Pero los Oscar son divertidos y elegantes, son controvertidos y a veces sorprendentes, son predecibles (¡o no!), y son la excusa perfecta para valorar lo buena o mala que ha sido una temporada de cine, independientemente de qué títulos ostenten qué candidaturas. Por eso vamos a desgranar, una vez más, las fortalezas y debilidades de las principales contendientes, sus opciones y su papel en esta fiesta. Que comience el show.
BIRDMAN (ALEJANDRO GONZÁLEZ IÑARRITU). 9 NOMINACIONES
Desde que despegara en el pasado Festival de Venecia, todo para Birdman han sido halagos y éxito. Cuando público y crítica empezaban a reprochar a Iñarritu la reiteración de sus lacrimógenos métodos (recordemos: Amores perros, 21 Gramos, Babel, Biutiful), el mexicano se ha desmarcado con una comedia sobre el artificio. Pues todo en esta película es deliberada y abiertamente artificial: el hecho de versar sobre el cine y el teatro, la fama y las apariencias, la diversidad actoral y la crítica, su único y no disimulado no-plano secuencia, la intromisión de toda clase de trucajes y efectos descarados, el insistente retumbar de la caja como banda sonora, incluso los mismos títulos de crédito. El guión juega a disparar un tema tras otro, colocando a los actores (todos caras conocidas) en la fina línea que separa su vida y trayectoria real (por lo menos, la que nos sabemos el común de los mortales) de la de su personaje en la cinta, todo ello envuelto en una bacanal técnica con cámara y escenarios haciendo constantes virguerías. La cosa ha funcionado hasta el punto de haber colocado la película a la cabeza de las nominadas de este año, con serias probabilidades de llevarse a casa el premio gordo, el de dirección (Iñarritu sería el segundo mexicano consecutivo en conseguirlo), actor principal, guión y algún remate técnico.
Como apunte personal, debo decir que no veo en Birdman el nivel de excelencia al que la han colocado. Valoro su voluntad de juzgar el artificio manejando con precisión el lenguaje del propio artificio, pero no creo que aporte ninguna clase de enfoque novedoso sobre los temas que trata, ni mucho menos que los dote de especial profundidad. Es un embrollo muy bien contado que no por embrollarse más de lo normal deja de contarnos lo de siempre. Eso, al margen de su insistencia por dar mucha visibilidad a distintivos de la sociedad de hoy (Facebook, twitter, Instagram, etc…) que quizá dentro de 20 años hayan quedado obsoletos, caducando con ello buena parte de la película.
EL GRAN HOTEL BUDAPEST (WEN ANDERSON). 9 NOMINACIONES
Cosas que pasan. Después de años relegando a Wes Anderson a nominaciones aisladas en el apartado de guión, la Academia ha decidido que es hora de colocarlo en la primera línea de competición, a santo de una película que no es ni mejor ni peor que otras que ha hecho, ni más ni menos singular. Es suya. Como decía al introducir este artículo, será que a Wes le tocaba dar este salto. Es una pena que la Academia no lo diera con la anterior película del director, Moonrise Kingdom, mucho más encantadora que esta nueva propuesta. No obstante, El Gran Budapest es una cinta tan grata de ver y disfrutar como corresponde a Anderson. Se trata de una nostálgica e inteligente captación de referencias clásicas centroeuropeas, homenajeadas y vertidas en forma de comedia sofisticada a un ritmo a veces demasiado frenético, resaltando su vivo uso del color, el habitual plantel de actorazos pasándolo bien y sus escenarios de ensueño, donde no se escapa ningún detalle: todo, desde los trajes hasta la tacita colocada en el ángulo más remoto del plano es de una exquisitez suprema, lástima que a veces no dé tiempo a apreciarlo por culpa de la velocidad de bala que lleva la cinta. Sus opciones en cuanto a los galardones de mayor peso son escasas (y eso que ganó el Globo de Oro de comedia, por delante de Birdman), pero los galardones artísticos de decorados, vestuario y demás llevan su nombre escrito.
THE IMITATION GAME (MORTEN TYDLUM). 8 NOMINACIONES
No hay Oscar sin los hermanos Weinstein, con independencia de la calidad de la película o películas que traigan bajo el brazo. La de este año, especie de biografía “oficial” de la extraordinaria figura que es Alan Turing, es de las buenas. Por supuesto, se toma toda clase de licencias (que muchos medios se han encargado de contrastar) para quedarse con los reclamos suficientes para que la cosa funcione: narración en tres tiempos históricos, eje central en los trabajos de descodificación de la máquina Enigma durante la II Guerra Mundial y tramas satélites de personaje femenino (una contenida Keira Knightley) y la complicada personalidad del protagonista, orientación sexual incluida. En conjunto, The Imitation Game es un retrato que no por inexacto deja de ser respetuoso y solvente, que no por rehuir meterse en los recovecos más cenagosos de Turing en aras de una mayor comercialidad deja de ponerlos sobre la mesa, es un biopic clásico pero equilibrado y elegante que además, cuenta con el plus de disfrutar del fabuloso acento de sus actores. A los premios ha llegado aparentemente fuerte pero un escalón por debajo de las dos rivales a batir (Boyhood y Birdman) y sin gran apoyo de galardones previos, lo que hace sospechar que a pesar de sus méritos, de los Weinstein y de sus 8 nominaciones pueda irse a casa de vacío, o con algún retal menor.
BOYHOOD (RICHARD LINKLATER). 6 NOMINACIONES
Poco queda por decir de este título que no se haya dicho ya. Por añadir algo, diremos que es la mejor película que ha optado al Oscar en la categoría reina desde que Brokeback Mountain lo hiciera en el año 2006 (no ganó). Richard Linklater, al igual que Wes Anderson, también ha pegado el salto de reconocimiento que hasta ahora se le negaba, y lo ha hecho con su obra maestra. Sería una lástima que a la Academia le cegara la parafernalia de Birdman y decidiera condecorar a ésta en vez de hacer lo propio con el film de Linklater. Aunque es la contendiente más fuerte de esta edición, sólo el premio para Patricia Arquette como actriz secundaria parece seguro. Esperemos que le acompañen al menos director y película.
Crítica en Hyperbole de BOYHOOD
AMERICAN SNIPER (CLINT EASTWOOD). 6 NOMINACIONES
El incombustible Clint Eastwood (para los despistados: 84 años), tras algunos años perdido en un limbo de títulos por debajo de su media, parece haber recobrado fuerza con el polémico retrato de Chris Kyle, el francotirador estadounidense con mayor número de muertes en su haber. La crítica se ha dividido entre quienes alaban sus virtudes artísticas y quienes cuestionan su postura moral. Este cronista aún no la ha visto (se estrena el 20 de febrero en España), así que no puede decir más al respecto. Lo cierto es que el tremendo éxito de taquilla del que la cinta ha gozado en su país de origen puede hacer que sea la sorpresa de esta edición, aunque Eastwood no figure en la categoría de director. La Academia podría consumar también su idilio con Bradley Cooper, y los premios de montaje y sonido le son de fácil adjudicación. Veremos.
LA TEORÍA DEL TODO (JAMES MARSH). 5 NOMINACIONES
Al igual que The Imitation Game, La teoría del todo es cine académico por definición, pero esta vez del flojo. Este título de James Marsh lo tiene todo para concurrir en el certamen: biografía sobre un personaje bien conocido y apreciado tanto por su excepcional inteligencia como por la rara enfermedad que lo mantiene postrado e inmóvil, narrada de forma lineal en tono amable y familiar, sin escatimar en drama pero sin regodearse, con las justas dosis de humor para aliviar a la platea y ganársela; esta película, que bien podría llamarse La vida privada de Stephen Hawking (pues apenas aborda sus trabajos científicos) es tan correcta como blanda y falta de garra. A tenor de los últimos galardones previos a los Oscar, su protagonista, el joven Eddie Redmayne, es el favorito para llevarse la estatuilla a casa. Sin duda se lo merece, su actuación es sobresaliente, cubre todos los matices físicos, expresivos y emocionales de su personaje. Pero como ya ha pasado muchas veces, si gana lo hará por una película muy por debajo de merecer un premio de tal envergadura. Probablemente sea su único galardón, más que suficiente.
WHIPLASH (DAMIEN CHAZELLE). 5 NOMINACIONES
Todos los años se sigue el mismo esquema: junto a los pesos pesados de la temporada se coloca una representante indie (generalmente y como es este caso, avalada por el festival de Sundance) con opciones a premio en todos los apartados fuertes, y única garantía de salir victoriosa en el de guión. Ateniéndonos a esto, Whiplash es una excepción, en tanto que tiene prácticamente asegurado no el galardón a la escritura sino el de actor secundario para J.K.Simmons, cuya imponente presencia y maneras de dictador le han reportado miles de elogios. Al margen de eso, la cinta es un tenso calvario musical acerca de los límites del esfuerzo y la exigencia. Exagerada e inverosímil, aunque potente como ficción en sí. Es poco probable que gane en la categoría mayor, pero tiene suficientes papeletas para sumar a la estauilla de Simmons las de montaje y sonido.
Crítica en Hyperbole de WHIPLASH
SELMA (AVA DUVERNAY). 2 NOMINACIONES
Cuando en el año 2010 la Academia amplió hasta 10 el cupo de candidatas a mejor película, los más optimistas vislumbramos la posibilidad de que entraran en liza títulos menos oscarizables de lo habitual y más arriesgados, pero lo cierto es que éstos siguieron quedándose fuera en detrimento de films menores que copan las plazas sobrantes a modo de relleno. Aún no podemos juzgarla puesto que no ha llegado a nuestras pantallas, y tiene mejor pinta que infaustos precedentes como The Blind Side, pero lo cierto es que Selma ha conseguido su nominación como mero gesto hacia la comunidad afroamericana. En un año donde ningún actor ni director de raza negra ha arañado candidatura, la Academia ha concedido un puesto de honor a esta cinta sobre la figura de Martin Luther King, dirigida además por una mujer, lo cual hace el gesto doble. Sólo otra mención a la banda sonora completa las posibilidades de esta película. No dudo de su interés, pero parece que su presencia en estos Oscar es testimonial.
LAS OLVIDADAS
Siempre conviene darle a la Academia un toque de atención sobre ausencias imperdonables, y más en un año donde el nivel medio de la competición es notablemente más bajo que otros. Esta vez el caso más flagrante es el del negrísimo thriller Perdida, de David Fincher. La película sólo ha logrado una mención para la malévola Rosamund Pike, ignorando la estupenda autoadaptación que se ha hecho Gillian Flynn y la mano maestra de Fincher en el montaje y tras las cámaras. Su carácter proscrito para el Oscar se sigue manteniendo. También podemos reprocharle a los académicos el insistente ninguneo al que someten a Paul Thomas Anderson, responsable de (la aún inédita por aquí) Inherent Vice, donde se ha atrevido a transfigurar la escritura del mismísimo Thomas Pynchon.
LAS CANDIDATAS, POR ORDEN DE CALIDAD
*dejo aparte American Sniper y Selma, no vistas por este cronista
LA QUINIELA (categorías principales)
Película
Debería ganar: Boyhood
Ganará: Boyhood
Director
Debería ganar: Richard Linklater
Ganará: Alejandro González Iñarritu
Actor Principal
Debería ganar: Benedict Cumberbatch
Ganará: Eddie Redmayne
Actriz Principal
Debería ganar: Marion Cotillard
Ganará: Julianne Moore
Actor Secundario
Debería ganar: J.K. Simmons
Ganará: J.K. Simmons
Actriz Secundaria
Debería ganar: Patricia Arquette
Ganará: Patricia Arquette
Guión Original
Debería ganar: Boyhood
Ganará: Birdman
Guión Adaptado
Debería ganar: Inherent Vice
Ganará: The Imitation Game
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