“Mujer marcada”: los motivos que necesitan algunos héroes

Cine clásico

Eran tiempos de guerra pero no solo en los campos de batalla que, muy poco tiempo después de que se rodara la película (1937), iban a llenarse de cadáveres. También en las ciudades prósperas de América, que parecían a salvo había que sobrevivir en condiciones muy duras, sobre todo si se tenía dignidad y se era una mujer sin muchos recursos economicos. Había que tener capacidad de aguante, valentía, esperanza o solo nada que perder para vencer el miedo. Como Mary Dwight Strauber (Bette Davis) una chica que trabaja con otras chicas en un club nocturno controladas por un ganster llamado Johnny Vanning (Eduardo Ciannelli), un tipo peligroso que sabe utilizar el palo y la zanahoria y es implacable con los que osan plantarle cara. Por eso las chicas transigen y procuran olvidar lo que ven o lo que sienten, incluso cuando alguien desaparece por no pagar una deuda de juego.

Mayo Methot con Bette Davis

Como siempre hay policias y politicos comprados, abogados corruptos, juicios donde los culpables resultan inocentes porque, llegado el momento, los testigos mienten y los jurados transigen porque tienen miedo o están comprados. Pero también hay un fiscal que no deja de intentarlo y, a veces, ocurre algo que ya colma el vaso de lo que alguien está dispuesto a aguantar y la rabia supera al miedo y, ese alguien, está dispuesto a arriesgarlo todo, hasta la vida. Esa lucha cuerpo a cuerpo que con distinta intensidad se da algunas veces en la vida y que un individuo en concreto siempre tendrá que resolver para ser relativamente libre: en el patio de un colegio, en un trabajo, en una pareja. Para lo que siempre se precisará de coraje y también que existan mecanismos legales en los que el individuo pueda apoyarse para tener alguna posibilidad de ganar.

“Mujer marcada” supuso un renacimiento de Bette Davis en la Wagner y un triunfo para su director  Lloyd Bacon que dejó la dirección a Michael Curtiz durante su luna de miel. El guión estuvo inspirado en la lucha del fiscal de distrito de Manhattan Thomas E. Dewey contra el crimen organizado, que consiguió meter en la carcel a Lucky Luciano por proxeneta, aunque por miedo a la censura las chicas, en el guión, solo eran “azafatas en un club nocturno” donde también se jugaba. Fue, además, la película donde se conocieron Humphrey Bogart y Mayo Methot que se casarían en 1938. Fue el tercer matrimonio del actor, muy tempestuoso, que duró 7 años, hasta que, en 1945, conoció a Lauren Bacall también en otra película “Tener y no tener”. Bette Davis ganó el premio a la mejor actriz en el Festival de Venecia de 1937 y el director Lloyd Bacon fue nominado para el premio al mejor director (que en aquellos años se llamaba Copa Mussolini).

Una estupenda película para la noche del sábado….

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