Segundo Calixto Escolar Díez nació en Salamanca (1944), en el barrio de Santiago, barrio acariciado por el rio Tormes y afamado por encontrarse aquel berraco de tan mal recuerdo para el desdichado lazarillo. Noticia de este nacimiento tuvo su publicación en el rotativo “El Adelanto”, que tenía por costumbre reservar una columna para el Registro Civil. Y aquí tenemos su primera anécdota, se inscribió como Segundo Frutos Díez. El primer apellido paterno fue permutado por el segundo debido a que su padre era contestatario al régimen, y para más señas, se encontraba en prisión en aquel momento. Ser hijo de un rojo llenó de “anécdotas” la infancia de Escolar, como por ejemplo estar en clase con unos niños determinados, ver las películas en el lado opuesto de proyección, cambios frecuentes de domicilio…
En tiempo anterior a nuestra Guerra Incivil (como denomina Gonzalo Santonja), el apellido Escolar en Salamanca era reconocido por ser herencia de maestros herreros y escultores. Cuando un individuo, o una familia, se dedica por entero a la satisfacción de un tipo de demanda nos encontramos ante un oficio que aporta a sus autores la manera de insertarse en esa sociedad, valiéndose de sus resultados para vivir en consonancia con las necesidades de esta. Pero este modelo no es finito, sino que goza de variantes como puede ser el caso en que ese individuo o esa familia lleve sus esfuerzos mas allá de la pura funcionalidad. Bien es cierto, que la historia nos podría haber dejado simples recipientes donde colocar la sal, o toscas barras metálicas dispuestas vertical u horizontalmente con las que proteger las ventanas. Pero detrás del binomio utilidad–funcionalidad y mucho antes de conocer aquello de la Estética, había individuos preocupados en dotar sus piezas de oficio, ingenio y personalidad. Es pues, que esta variante desemboca en el ennoblecimiento de su trabajo y la sociedad lo reconoce como artístico.
Los trabajos de la familia Escolar se encuentran en espacios notorios de la capital charra como el cuartel de caballería, en la sede central de la antigua Caja Duero, la iglesia de la Clerecía o la catedral nueva. Y heredero de esta saga que profundiza sus raíces hasta el siglo XVI es Segundo C. Escolar que desde bien temprana edad se forjo en el dibujo. Entendió como fundamental dominar la gramática y vocabulario del lapicero y a reglón seguido estudiar materiales y técnicas para así convertirse en políglota de las Artes. Pintura, escultura, orfebrería, cerámica, grabado, arquitectura de interiores, numismática, fotografía, dirección gráfica, en definitiva, casi cualquier expresión en dos o tres dimensiones forman parte de su acerbo artístico.
En los años setenta del siglo pasado, asentado nuestro autor en Vizcaya, la obra pictórica y escultórica comienza a gestarse teniendo por temática más nutrida los tipos populares en sus oficios y el entorno, tanto de montaña como de costa. Y es también en esta etapa donde vemos una obra que busca tener su identidad, con influencias de otros autores, pero encaminada a reconocerse por un dialecto incipiente. Destaquemos por ejemplo de su obra pictórica la exhaustiva preparación de los fondos (considerados por el escultor y pintor Iñaki Cruceta como obra en si misma) bacanal de texturas y gamas cromáticas que tanto acentúan volúmenes como enfatizan profundidad, conjugándose con lineas parabólicas que asientan el motivo o por contra lo dinamizan; a demanda de la obra. En la escultura también se encuentra la pureza de líneas. Establece contornos vivos, constructores sintéticos de volúmenes encargados de ser definitorios para la consecución de la pieza deseada, llevando al espectador a casi perderse circundando la obra por el amplísimo espectro de puntos de vista que ofrece.
Si hablamos de técnicas en pintura, diremos que es un autor recogido fundamentalmente en el dibujo, óleo y alguna acuarela. -Aunque este tibieza enumerativa no debe confundir al lector pues los lienzos llevan preparación de meses antes de estar listos para recibir la obra.- En escultura la lista es mas extensa puesto que casi aumenta exponencialmente al combinarse con el amplio catálogo de materiales empleados: madera, barro refractario, resina, cobre, acero corten, hierro, vidrio, bronce… Tomando por ejemplo el barro refractario comenzamos por apreciar el sutil modelo para ejecutar piezas macizas hasta la alquimia de óxidos que policroman las piezas pasando, claro está, por la “high cooking” que implica medir tiempo y temperatura con total precisión para no malograr la pieza durante la cocción. Por tamaño y complejidad técnica debemos incidir en “Ferreros”, escultura de casi metro y medio de altura con base cercana al metro cuadro. Mario Ángel Marrodán escribió: es una pieza cerámica impresionante, de audacia y de osadía por sus dimensiones excepcionales con la que llegó al límite de lo arquitectónico y ordenado. Obra concebida de acuerdo a la configuración textural de la tradición ferrera del País Vasco, bajo una labor artística donde la fuerza tiene mucho que ver, con la potencia y la violencia refractarias en el alcance humano del hierro que podemos tocar y ver.
Y de un extremo volumétrico podemos pasar al contrario, tan opuesto que debemos hablar de milímetros, tantos como los comprendidos en el espesor de una lámina de cobre, latón o plata, domesticada sobre la pez mediante el incansable tintineo del repujado, percutiendo una y mil y diezmil… veces con cinceles de punta redondeada para mover micras de material hasta engendrar el relieve deseado.
La inagotable obra pictórica y escultórica que tan buena acogida tuvo en las galerías de arte Bilbaínas llevaba a escuchar de colegas pintores decir que su matriz era la escultura y a colegas escultores asentar que su área estaba en la pintura. Pero como ya hemos adelantado, Escolar no solo realizaba escultura y pintura. En 1975 gana el concurso nacional convocado por el Banco de España, creado para responder a las obras de ampliación que se estaban llevando a cabo, siendo su cometido realizar una vidriera de 15 metros de altura, estructura emplomada que en palabras del autor venían a ser una serie de “esculturas en hierro simbolizando el progreso del hombre en la tierra, desde los comienzos en la siembra hasta la utilización del dinero”.
De Segundo Escolar también se ha dicho que es un hombre de las artes a la manera renacentista por su carácter enciclopédico en disciplinas y técnicas. Respaldando esta catalogación tenemos la obra realizada con motivo del milenario de Santo Domingo de Silos. Arte al servicio del mensaje divino. (Creo que si puede encajar en el siglo XVI, además de en muchos otros). Tuvo por encargo la edición facsímil de las Glosas Silenses, medalla conmemorativa de Santo Domingo de Silos, escultura en bronce de Santo Domingo de Silos, grabados de los principales capiteles del claustro, campanas, sellos, esmaltes y también obra pictórica claro. Y entre medias de todo esto un infarto cerebral al que venció para seguir trabajando en tan benedictino proyecto. Imagino lector, que ya no es necesario hacer cábalas sobre la disyuntiva entre la naturaleza escultórica o pictórica de Escolar.
El lenguaje artístico de Segundo Escolar ha seguido buscando su camino y los cambios se hacen muy notorios en determinadas obras donde la geometría y la fragmentación descendiente del cubismo marcan la impronta, pero en ella sigue residiendo el dibujo como punto de partida, la figura humana como motivo y las técnicas en la preparación del soporte.
Estoy interesada por saber del pintor segundo Escolar, tengo un cuadro de él que quisiera vender.
Agradecería alguna información, saludos y gracias