Un cuarto propio
Paso un rato curioseando la mesa de trabajo de Antonio Muñoz Molina en esta foto que me llama desde las páginas de un viejo…
(Palma de Mallorca, 1972) Le hubiera gustado ser Dorothy Parker pero, en el momento oportuno, no vivía en Nueva York, ni tenía cerca un “círculo vicioso” como el que se reunía a comer, beber y conversar en el Salon del Hotel Algonquin. Así que, en lugar de escribir en New Yorker, fue la directora más joven de un periódico local, lo que tampoco es tan malo si te echan a tiempo y la herida no es mortal. Ha vivido lo suficiente para aprender que, si quieres seguir subiendo, a veces conviene tomar aliento y cambiar de escalera. Solo así se puede llegar a ser una de esas periodistas que siguen escribiendo, incluso cuando parece que no lo hacen, porque escribir no es una elección, es algo parecido a un destino.
Paso un rato curioseando la mesa de trabajo de Antonio Muñoz Molina en esta foto que me llama desde las páginas de un viejo…
Cuando la acción de escribir se antoja equivalente a la de agarrar bien fuerte un pico y una pala para buscar palabras dentro de…
“Cuerpos como ríos poderosos, o como montañas pacíficas, imágenes de una naturaleza al fin satisfecha, sorprendida en ese momento de acuerdo con el mundo…
Hay muchas cosas que perdemos desde la infancia. Costumbres que dejan de tener sentido y que se quedan prendidas en épocas concretas, sujetas a…
No sonríe en toda la película. Ni una sola vez. Me llaman la atención sus labios carnosos, que parten la enmarañada barba en dos,…
Atrapar el vértigo en plena carrera, el miedo en los rostros desencajados, la tensión de los músculos en unos brazos en alto, poder adivinar…
Dio cinco vueltas al mundo, recorrió 1’3 millones de kilómetros en avión durante toda su vida; tenía un archivo fotográfico clasificado por países en…
Sentarme sobre la arena, frente al mar, en su mismo límite, e imaginar que me encuentro sola delante de él, aunque esté rodeada de…
¿Cuántas ventanas hay en los edificios de Manhattan? ¿Desde cuántas perspectivas puede observarse el mundo? Antonio Muñoz Molina llegó a Nueva York en 1990…
No me convence la idea de recordar a alguien para conmemorar su muerte. Menos aún, si hablamos de un personaje con tanta fuerza, un…