Toda la sabiduría que pueda acumularse en una vida entera es inútil si no sirve para tomar el sol, cierta mañana del principio de la primavera, sin hacer nada más; si no sirve para contemplar el cielo y sus nubes, para morder una naranja o despertar en la noche meciéndose en algún recuerdo, con la serena confianza de que el sentido del mundo reside precisamente en la capacidad de concentrarnos en esos gestos, olvidándonos de todas las razones o sinrazones que los sostienen, de todo lo que nos permite caminar mirando a la gente por la calle o simplemente escuchar una música mientras viajamos a otro mundo. Muchas veces al día hay que saber olvidarlo todo para descubrir  el rumor suave de la vida, sus anclajes más sólidos: saber permanecer como “clavos superficialmente clavados en la pared” para disfrutar el Día Internacional de la Poesía con “Falta de atención” de  Wislawa Szymborska.

FALTA DE ATENCIÓN

 Ayer me porté mal en el cosmos.
Viví todo el día sin preguntar por nada,
sin sorprenderme de nada.
Realicé acciones cotidianas,
como si fuera lo único que tenía que hacer.
Aspirar, espirar, un paso tras otro, obligaciones,
pero sin pensamientos que fueran más allá
de salir de casa y volver a casa.
El mundo podría ser tenido por un mundo loco
y yo lo tuve para mi propio y trivial uso.
Ningún cómo, ningún por qué,
o de dónde ha salido éste,
o para qué quiere tantos impacientes detalles.
Fui como un clavo superficialmente clavado a la pared,
o
(aquí una comparación que no se me ha ocurrido).
Uno tras otro se fueron sucediendo cambios
incluso en el limitado campo de un abrir y cerrar de ojos.
En la mesa más joven, con una mano un día más joven
había pan de ayer cortado de forma distinta.
Las nubes como nunca y la lluvia como nunca,
porque era con otras gotas que llovía.
La Tierra giraba sobre su eje
pero en un espacio abandonado para siempre.
Duró sus buenas 24 horas.
1.440 minutos de ocasiones.
86.400 segundos que mirar.
El cósmico savoir-vivre
aunque calla sobre nuestro asunto,
exige, sin embargo, algo de nosotros:
una cierta atención, un par de frases de Pascal
y una sorprendente participación en este juego
de reglas desconocidas.

                                                                                                           http://wislawaszymborska.comyr.com/

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1 Comment

  1. says: Andrea

    Una entrada impecable, como “siempre Szymborska” invitando a una ronda de ensimismamientos gratuitos, generosos, a enfrentarnos a nuestra propia talladura, a nuestras incógnitas y al valor de enfrentarlas ( o no)

    Un saludo

    A.

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