Gropius, viviendas para maestros, Dessau 1925  

El complejo de las Viviendas para maestros, levantadas por Walter Gropius en 1925, son el resultado de la implantación de la Bauhaus en Dessau, tras la clausura de la sede de Weimar. Dispuestas en proximidad de la sede del centro en un bosque de pinos, se realizaron la vivienda del Director y otras seis más, viviendas adosadas para maestros docentes, que acabarían siendo ocupadas por profesores tan ilustres como fueron Lazslo  Moholy-Nagy/Feninger, por una parte; otra pareja de viviendas por Muche/Schelemer y la tercera por Kandinsky/Klee.

El proyecto de las viviendas fue desarrollado por el estudio de Gropius que contó con la colaboración de Ernest Neufert y Carl Fieger, en la fase de proyecto y con la de Hans Volger y Heinz Nosselt en la ejecución. Tras el traslado a Berlín primero y el cierre después de la Bauhaus por los nazis, las viviendas fueron abandonadas y luego destruidas durante la Segunda Guerra, procediéndose desde 1994 a su reconstrucción. Por ello el reportaje de Lucia Moholy Nagy, de finales de los años veinte, es una fuente reveladora de su primera presencia en la periferia de Dessau.

Por otra parte en las viviendas, Gropius aborda dos cuestiones que venían centrando sus intereses. Por una parte la propuesta de serialidad en las soluciones  diseñadas, y por otra la idea de totalidad habitacional, extraída del ideario formativo de Bauhaus. Las preocupaciones de Gropius sobre la prefabricación e industrialización, se  plasmaron en los congresos de los CIAM de Frankfurt y Bruselas de 1929 y 1920, en donde se abordarían los problemas llamados de ‘La vivienda mínima’. Las casas, por ello, fueron consideradas como cierta indagación sobre la integración de un prototipo desarrollado en la oficina de Gropius llamado ‘Baukasten im Grossen’. Módulo constructivo de gran tamaño, que se podría unir para constituir ‘máquinas de habitar’, de superior tamaño, en función de las necesidades.

Con relación a la segunda de las cuestiones, derivadas del programa de totalidad bauhausiana, hay que señalar el ajuste verificado entre las viviendas con el mobiliario y el equipamiento.

De aquí que Gropius, en un juego de palabras, hablara de edificios que construían la Bahuaus o propiamente ‘Bauhausbauten‘; esto es que eran elementos capaces de materializar las enseñanzas del centro formativo: desde la búsqueda de la naturaleza de lo moderno a la integración de los oficios artesanos. Una propuesta a su manera, reflexiva y compleja, que reflejaba una síntesis del arte y de la técnica, y constituye un ejemplo de modelo racionalista.

La forma exterior, la organización interior, así como el equipamiento con armarios empotrados, muebles seriados y estantes integrados, se corresponden con los principios funcionales de construcción y representan un desarrollo de la idea de Gropius de ‘un conjunto de construcción a gran escala’.

WGMAESTROS

Las casas siguen esquemas distintos, mientras que la unifamiliar de Gropius sigue un esquema en L, las casas pareadas tiene una forma de S, debido al acoplamiento de dos brazos en L, un brazo reflejo de su otra mitad en el mismo plano y girado 90º, lo que hace que su impacto visual resulte heterogéneo. La elección de la posición de las viviendas nace de una necesidad de su orientación favorable, mientras que las proporciones nacen de una disposición elemental de la estructura. El aspecto exterior se determinó por una asimetría en los elementos de las fachadas, haciendo un juego de los volúmenes cúbicos a diferentes alturas, contraponiendo los elementos verticales y los horizontales. Hileras verticales de ventanas abiertas en las fachadas laterales iluminan las escaleras mientras que el punto de vista desde la calle se caracteriza por los grandes ventanales acristalados de los estudios. La fachada de la Casa del Director fue la única en que las ventanas se abrieron de forma asimétrica.

Cada vivienda tiene en planta baja, sala comedor, oficina, cocina, escaleras y baño. En planta alta se localiza el estudio o taller, dos dormitorios pequeños y uno grande, baño y acceso a las terrazas/balcón. Las casas de los maestros fueron medianamente lujosas, algunos problemas hicieron que el mantenimiento se encareciera y no fueran tan confortables, sin embargo las viviendas tuvieron los espacios necesarios para una vida cómoda.

WalterGropius, 1919

La casa de Gropius fue la única de las cuatro que no estaba pareada. En planta baja se ubicó la sala de estar con el comedor intercomunicados, con salida a una terraza, cocina, oficina, y una sala de trabajo. En planta alta sólo se encontraron dos habitaciones pequeñas extendiéndose sobre la azotea. Esta no cuenta con taller como las casas pareadas.

La posibilidad de un nuevo estilo de vida era otro de los retos que se debía demostrar, tanto en la Casa de los Maestros, como especialmente en la casa de Gropius. Esta última tuvo una serie de detalles que vale la pena señalar, desde el gran vestidor hasta el pulverizador de agua caliente a presión en el fregadero, o el sofá doble que se podía abrir hacia fuera convirtiéndose en cama, confirmando la previsión hecha por Gropius en 1930 en relación al mobiliario interior de las Casas de los Maestros: “los lujos de hoy son la norma del mañana”. Como si cierta ética estuviera llamada a convertirse en una estética futura.

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