El arquitecto finlandés Aarno Ruusuvuori (1925-1992) refleja a la perfección algunas de las vicisitudes del diseño, de la Arquitectura y de la construcción en Finlandia, que aparecen regidos tanto por el magisterio de Alvar Aalto, de Sverre Fehn y de Pietila, como por otras determinaciones del clima y del paisaje. Todo ello en una rara combinación de valores culturales con propuestas naturales y aspectos tradicionales que determinan un equilibrio entre formas refinadas y técnicas precisas, como los vasos de cristal de Aalto y como buena parte del mejor diseño finés.
La otra consideración tiene que ver con el carácter explorador de las llamadas ‘Viviendas experimentales’, de las que ya hemos visto en estas páginas las piezas de Aalto y de Erskin, producidas en los años cuarenta. La casa experimental de Ruusuvuori es, por otra parte, una más de las imágenes de la Arquitectura Moderna Experimental, de igual forma que fuera la citada The box, de Erskin que ya está catalogada como edificio protegido.
Y es que la tradición del Movimiento Moderno en torno al caso de la solución de las ‘Viviendas experimentales’ es muy fértil y altamente productiva. No sólo las citadas entre otras, sino las clásicas Citrohan y Dom-ino de Le Corbusier, la pieza experimental de ladrillo de Van der Rohe, o las producidas por Gropius y Meyer en Dessau, componen un legado importante y altamente significativo del valor analítico de la Arquitectura de los años veinte. Frente a este corriente, que hoy sería tildada de Minimalismo, otros proponen como mirador del siglo XX, el campo alternativo de la Villa burguesa, de amplios programas y de presupuestos expansivos, como leit-motiv de la Casa Moderna. Casos desarrollados incluso por los mismos autores anteriores, Le Corbusier en Garches o Van der Rohe en Brno; casos que tienen un protagonismo elevado en la experiencia americana de postguerra y que componen la otra mirada posible.
Ruusuvuori construyó entre 1966 y 1968 una Casa Experimental de 44 metros cuadrados. Casa concebida como propuesta del estudio preliminar que iba a formar parte de un Pueblo Piloto, levantado para los obreros de la empresa Marimekko. Una empresa innovadora que había revolucionado el campo del diseño textil en los países escandinavos y que ahora prolongaba el campo de sus intereses. Los textiles y la moda de Marimekko (literalmente vestido Mari), aparecen como resultado de la aplicación novedosa del diseño a técnicas tradicionales del tejido e hilado y de la estampación manual. Y dan cuenta, como en la propia arquitectura finesa, de la síntesis de tradición e innovación. Esta vivienda experimental, fruto de un esquema estandarizado y repetitivo, se encuentra dentro del plan de desarrollo de la compañía Marikylä creada por Ruusuvuori en Bokars.
El proyecto inicial era un encargo de Armi y Viljo Ratia, fundadores de la empresa Marimekko, y consistía en una vivienda prefabricada repetible para desarrollar después una colonia de 3.500 habitantes, que eran los propios trabajadores de la fábrica, cerca de Porvoo. La construcción prefabricada de las viviendas requería de una infraestructura adecuada, para ello el propio Ruusuvuori funda en 1963 la compañía Marikylä.
La construcción se compone de elementos prefabricados que siguen unas dimensiones fijas dentro de un trazado geométrico de unidades elementales de 3 x 4 x 2,40 m. Cada uno de estos elementos simples cuenta con un elemento húmedo, para resolver las unidades de baño y cocina. Además del espacio mínimo necesario para resultar habitable la casa, cuenta también con un almacén y un pequeño armario además de una terraza y un vestíbulo. En total cada vivienda se componía de cuatro cajas básicas de 12 metros cuadrados, totalizando finalmente 48m2 cada Casa Experimental. Cada caja básica de 12 metros cuadrados, contenía un uso diferente: dormitorio, baño + cocina, y las otras dos unidades el estar. Usos que aparecían visualizados por el empleo de colores, preferentemente blanco y azul. De aquí que a la pieza completa se la llamara el Submarino azul.
Aarno Ruusuvuori hizo un proyecto de agrupación de Casas Experimentales que buscaban ante todo una abierta relación con el entorno. Así se contemplaba la fachada norte como pieza cerrada, dando a la vía principal de acceso y con un patio de entrada como filtro entre lo privado y lo público. Y una fachada sur más abierta, buscando también estructuras en patio que podían resolverse en diversas formas formas, bien de H o bien de L. De este modo, el proyecto de urbanización de la Ciudad Americana de Alvar Aalto, servía como claro precedente y actuaba de modo seminal en la organización propuesta por Ruusuvuori.
Siguiendo las premisas e influencias aaltianas en el ejemplo anterior, Aarno Ruusuvuori se había planteado el desarrollo organizativo a partir de la suma de diversas capas organizativas superpuestas; capas tales como son la vegetación, el agua, la modulación métricas de las parcelas, la división en solares y la colocación de las casas-células siguiendo el criterio de una fachada norte continua y cerrada tras un patio de acceso-aparcamiento como filtro entre interior y exterior; y una fachada sur abierta al jardín y el paisaje. Otro elemento que destacaba en el conjunto es la definición de la sauna comunitaria, diseñada, igualmente, por Ruusuvuori en 1968. Las dos obras de Ruusuvuori, Casa Experimental y Sauna del complejo de Marimekko, son un claro ejemplo de Arquitectura racionalista finesa, que desde los años sesenta convivió con las formas orgánicas y regionalistas desarrolladas por Alvar Aalto.