Aunque tú no lo sepas
porTú no lo sabes, pero basta con que me asome al balcón de mis recuerdos un segundo, solo un segundo, para darme cuenta que…
Relatos
Tú no lo sabes, pero basta con que me asome al balcón de mis recuerdos un segundo, solo un segundo, para darme cuenta que…
El sol había salido de pronto, tras muchos días grises y alguno lluvioso, con lo que parecía más dulce iluminando la mañana…
Eleanor Morand había llegado hacía dos meses a Manhattan desde un pequeño punto en el mapa de Idaho. Sus ondas a lo Veronica Lake…
En el portal de casa, ajustó bien los diminutos auriculares a sus orejas y el primer riff de ‘Sweet child of mine’ ya le…
“Te conviertes en cosas, puedes convertirte en una atmósfera, y si te conviertes, y lo incorporas en tu interior, también puedes darle la vuelta….
Treinta y siete años no son nada, pensó, mientras colocaba las velas sobre la mesa. Rodeadas con ternura por aquellos dedos arrugados, los delgados…
Aquellas meriendas los domingos en su casa tenían algo diferente. Algo de aventura que siempre terminaban sorprendiéndome sin saber porqué. Su excusa era hacerme…
El primer frío siempre es el peor. No es el más doloroso ni tampoco el más penetrante, pero sí el más traicionero. Aguarda escondido…
P. llevaba hablando con L. toda la tarde. Lo sé porque el tiempo nunca miente: las mesas se habían ido quedando vacías en el…
La veo bostezando. De todas las imágenes que guardé de ella ante la certeza de este periodo de ausencia, mi memoria siempre elige la…
El sol le deslumbraba los ojos mientras se dejaba abrazar por un desconocido que la hizo sonreír, cuando todo el mundo bebía alcohol en…
Me llamo Romeo. No es un nombre que me guste, y para ser sincero tengo que reconocer que me he planteado la posibilidad de…