Amor por las alturas
porDesde niña, desde que me alcanza la memoria, me han encantado las escaleras de caracol. Mi hermana, en cambio, las ha aborrecido toda la…
Relatos
Desde niña, desde que me alcanza la memoria, me han encantado las escaleras de caracol. Mi hermana, en cambio, las ha aborrecido toda la…
El maestro Lothar Gottlieb entró parsimoniosamente en su camerino y se quitó la chaqueta del frac tras dejar su batuta color ámbar, de madera…
Turín no parecía Turín aquella tarde aunque lo fuera más que nunca. El calor sofocante, impensable en el mes de junio, convertía los soportales…
Mi abuelo era una persona huraña e insolente. Solía pasar el día deambulando por la casa, gruñendo y hablando solo. Por las tardes, cuando…
El entusiasmo del público había alcanzado límites cercanos al paroxismo. De todas las gargantas brotaban gritos, silbidos, risotadas, aullidos, insultos y alaridos que, junto…
Miró hacia fuera. Repasó con los ojos aquella línea curvada por el tiempo, la cuerda verde que habían colocado juntos, en cuanto se quedaron…
En el mundo literario los gatos siempre han estado de moda. Me cuesta imaginar a Elsa Morante sin sus gatos, esos gatos que en…
Empecé a fumar relativamente tarde, no recuerdo si a los 23 o a los 25 años. Aunque, en realidad, era fumador pasivo desde el…
Coleccionaba besos, coleccionar otra cosa hubiera sido demasiado fácil. Ni suspiros, ni estrellas, ni soles: solo besos, cuantos más mejor. Primero fueron besos robados,…
Los veranos en la calle Protectora estaban llenos de balcones. El de la habitación que compartía con mi hermano era el de las flores…
Hacía calor aquella mañana de agosto en Paris. Y aun así, a pesar de ese calor insoportable que ni siquiera el agua fría de…
“Abrir el frigorífico de una casa es conocer un poco a sus habitantes”. Era lo que él siempre decía; y fue exactamente eso lo…