Piense el lector en cuántos rostros como el de la foto ha visto hoy en el mundo real (no en la tele ni en Internet, me refiero a rostros de carne y hueso) ¿Pocos verdad? A no ser que uno trabaje en una agencia de modelos (y ni aún así) en el mundo real no hay rostros así. Los labios son más grandes, rojos y jugosos que los que nos solemos encontrar; la piel es demasiado blanca y lisa, los ojos también son más grandes y de un azul mucho más intenso de lo común… ¡Nunca nos topamos con alguien en condiciones de luz tan idóneas! ¿Idóneas para qué? Para mostrarnos un rostro lo más atractivo posible. No conozco a ningún hombre heterosexual que piense que la chica de la foto no es altamente apetecible. Curioso: un rostro irreal, un rostro que no vamos a ver ni aunque nos encontráramos cara a cara con su dueña, nos resulta mucho más atractivo que cualquiera de los rostros reales que vemos cotidianamente ¿Por qué? Porque esta foto es, en su totalidad, lo que los psicólogos llaman estímulo supernormal.

Fotografía: Miles Aldridge

Mi mejor lectura de este verano ha sido La historia de tu vida de Ted Chiang, potente colección de relatos de ciencia-ficción, de la que ya ha hecho cuenta Hollywood (La cinta se ha estrenado en septiembre de la mano de Denis Villeneuve). El último de los relatos trata sobre la posibilidad de la calignosia voluntaria, en cristiano, de la posibilidad de “desconectar” tu capacidad de evaluar la belleza física de tus congéneres. Para un calignósico no habría gente guapa ni fea, de modo que juzgaría a los demás solo apelando a sus cualidades personales, sin caer en el llamado aspectismo.

(A partir de aquí spoilers)

En el relato, una institución universitaria propone que todos sus alumnos se hagan calignósicos (mediante una técnica neurológica muy sencilla y reversible) en pro de luchar por una verdadera igualdad social. La propuesta va a someterse a votación, por lo que toda la narración discurre a base de entrevistas en las que diversos personajes dan argumentos a favor o en contra (en general, con argumentaciones bastante buenas). Las empresas de cosméticos son, evidentemente, las más interesadas en que las urnas no den la razón a los defensores de la calignosia, por lo que no dudan en jugar sucio: comienzan pagando a estudiantes para que hagan campaña en contra, usan de tapadera para sus proclamas anti-cali una organización llamada Ciudadanos para la Nanomedicina Ética (CNE), para terminar con una argucia electoral que les lleva a ganar.

La mayoría de los votantes sostenían que el discurso final  dado por la representante del lobby empresarial, Rebecca Boyer, había sido muy convincente y  les había influido mucho en la toma de la decisión. Unos hackers entran en los ordenadores de la corporación y sacan a la luz que en el discurso se habían dado diversas manipulaciones digitales…

Fotografía: Miles Aldridge

“Las discrepancias son fundamentalmente mejoras en la entonación vocal, la expresión facial y el lenguaje corporal de la señora Boyer. Los espectadores que ven la versión original opinan que la actuación de la señora Boyer es buena, mientras que los que ven la versión manipulada opinan que su actuación es excelente, describiéndola como extraordinariamente dinámica y persuasiva. Los Guerreros SemioTécnicos [los hackers] concluyen que Wyatt/Hayes [la corporación de empresas de cosméticos] ha desarrollado un nuevo software capaz de ajustar con precisión las señales paralingüísticas para maximizar la respuesta emocional que se desea evocar en los espectadores. Esto incrementa drásticamente la efectividad de un discurso grabado, especialmente cuando se ve por spex [una especie de gafas digitales], y su uso en la emisión del CNE probablemente hizo que muchos partidarios de la iniciativa de caliagnosia cambiasen el sentido de su voto.”

Fotografía: Miles Aldridge

Después, Walter Lambert,”presidente de la Asociación Nacional de Caliagnosia” reflexiona:

“En toda mi carrera, solo he conocido a un par de personas que tienen el tipo de carisma que proporcionaron a la señora Boyer en este discurso. Esa clase de persona emite una especie de campo de distorsión de la realidad que le permite convencerle a uno de casi cualquier cosa. Uno se siente conmovido por su mera presencia, y está dispuesto a abrir la cartera o a acceder a cualquier cosa que pide. Luego uno recuerda todas las objeciones que tenía, pero para entonces, habitualmente, es demasiado tarde. Y estoy realmente asustado ante la idea de que las corporaciones sean capaces de generar este efecto con software.”

(…)”Esto significa que una vez que el uso de este software se extienda, vamos a enfrentarnos a discursos extraordinariamente persuasivos por todas partes: anuncios, notas de prensa, evangelizadores… Oiremos las alocuciones más conmovedoras dadas por políticos o generales desde hace décadas. Incluso los activistas y los provocadores culturales los usarán, solo para seguir a la altura de los poderes establecidos. Una vez que el alcance de este software se haga suficientemente amplio, incluso las películas lo usarán: la habilidad de un actor dejará de importar, porque la actuación de todos será impresionante.

Pasará lo mismo que sucedió con la belleza: nuestro entorno se saturará de estímulos supernormales, y esto afectará nuestra interacción con la gente real. Cuando todos los presentadores de todos los programas tengan la presencia de Winston Churchill o Martin Luther King, comenzaremos a considerar que la gente normal, con su uso ordinario de señales paralingüísticas, es imprecisa y poco persuasiva. Nos sentiremos cada vez menos satisfechos con las personas con las que interactuamos en la vida real, porque no serán tan interesantes como las proyecciones que veremos por las spex.”

Fotografía: Miles Aldridge

Algunas cuestiones:

Pensemos en la pornografía. Todo en ella son estímulos supernormales, todo es grande, desmesurado: pechos, piernas, curvas… incluso los ojos maquilladas o las uñas postizas son enormes ¿El uso generalizado de pornografía no estará generando insatisfacción en nuestra vida sexual?  ¿Cuantas instituciones (en el sentido amplio del término) tienen éxito en nuestras sociedades porque utilizan estímulos supernormales? Un show televisivo como Gran Hermano ¿no es elevar los estímulos sociales a nivel de estímulo supernormal?

En este sentido, y como ya sabemos desde hace mucho, somos manipulados continuamente y, por muy listos e informados que estemos, cuando nuestra razón entra en juego ya suele ser demasiado tarde. Lo siento pero terminamos por comprar la marca de leche que el publicista quiere. Es imposible luchar contra nuestro cerebro reptiliano ¡Asúmelo!

Fotografía: Miles Aldridge

Supongamos que, en la realidad, alguien consigue crear ese software, lo usa y gana las elecciones ¿Fraude electoral o no? Diríamos que sí pero, a sabiendas de que en la actualidad los políticos ya usan herramientas de manipulación constantemente… ¿No estamos ya ante fraudes que deslegitimarían por completo nuestras instituciones democráticas? ¿Dónde está el límite entre utilizar un software infalible y usar unas determinadas palabras biensonantes en un discurso?

¿Estaría la solución, como bien argumentan algunos de los personajes de Chiang, en que nos auto-provocáramos diferentes tipos de agnosias que nos inmunizarán de la persuasión como la aprosodia (no distinguir el tono de las frases, solo percibiendo su significado) o la hipoemocionalidad visual (no ser afectado emocionalmente por lo que se ve), hasta llegar a percibir sola y exclusivamente las ideas puras del orador?

Fotografía: Miles Aldridge

Pero tanto si hablamos de aspectismo como de este nuevo persuasivismo: discriminar (al menos a nivel electoral) a aquellos que no nos persuaden eficazmente, creo que caemos en un cierto esencialismo: pensar que en nuestro “interior” existe “algo” muy valioso, una esencia maravillosa mucho más importante que nuestras “cualidades externas”. Incluso quizá en cierto dualismo, al separar radicalmente cualidades físicas y mentales.

Supongamos que con la caliagnosia ya no juzgaremos a las personas por su aspecto, lo cual nos parece justo pero, ¿por qué juzgarlos por otras cualidades va a ser más justo? Por ejemplo, si entonces valoráramos a la gente por su inteligencia, ¿no estaríamos discriminando a los tontos? Si solo nos centramos en las “cualidades internas”, ¿no estamos discriminando a las personas poco carismáticas, poco graciosas, con mal carácter, etc.? Denunciar el aspectismo no es más que llevar al extremo un ideal igualitarista para nada deseable. Si seguimos su lógica, cualquier cualidad en la que un ser humano destaque sobre otra ya produce discriminación, por lo que habría que eliminar absolutamente todas las diferencias. Pensemos que nunca podríamos elegir pareja pues… ¿qué acto hay más discriminatorio que elegir una pareja, que elegir a una mujer entre todas las demás? ¡Sería mucho más justo ser un mujeriego!

Fotografía: Miles Aldridge

Mejor parece entonces dejar las cosas como están. De primeras, los observadores disfrutaríamos de la belleza de los otros y los que la posean de forma natural, disfrutarán de su influencia. A los feos no les quedará otra que intentar destacar en otras facetas personales del mismo modo que cualquiera que tenga algún tipo de carencia. Sin embargo, si surgiera ese software de Wyatt/Hayes, al igual que si surgiera un elixir del amor que provocara que nos enamoráramos locamente de alguien, si que parece problemático… ¿Qué deberíamos hacer?

En la foto Irina Berezhnaya, diputada ucraniana, un estímulo supernormal miembro del Party of Regions, por cierto, de centro y rusófilo.
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4 Comentarios

  1. Por supuesto, la ciencia siempre está ideando cualquier tipo de plan macabro para hacer la vida más difícil a la gente. ¿En todo texto no ves nada más que malvado cientificismo? En este creo que hay que ser retorcido para ver una ciencia supresora… más cuando mis conclusiones han sido, precisamente, no suprimir nada.

  2. says: Óscar S.

    Era una pregunta, pero sí, desde Platón hasta estos Wyatt / Hayes el ideal epistémico ha consistido en no tratar de manejar lo que hay tal como se da, sino recortarlo previamente. Ya hemos discutido muchas veces de lo útil que esta operación ha resultado. Pero te equivocas: me gusta tu texto y, desde luego, y por esta vez, tus conclusiones.

  3. says: Dekji

    El no discute mas fuerte la implicacion sociale de valorar la belleza con sus estandares irreales y la parte de genero …que esta ideal de belleza es fuertemente aplicado para juzgar y manipular las mujeres …y no solo eso, que contribucion trae a la sociedad, la valoracion de la belleza por sobre otros aspectos como la inteligencia, la educacion, la moral o la justicia,? Pues a mi parecer una sociedad que valora mas la belleza es peor resultado que una que valora mas la etica o la personalidades… mi español no es perfecto pero espero se entienda el punto

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